Viajar, la
lectura, los idiomas, la música, el cine han sido siempre indivisibles ramas de
un árbol grande. Uno que vivía dentro de mí. La base de la persona que soy.
Toda una pasión. Así, en mis años de Universidad leía una media de cuatro
libros al mes, veía hasta cinco películas a la semana, e intentaba hacerlo
siempre en lengua original. Escuchaba música cada vez que tenía ocasión durante
el día. Estudiaba gramática y fonética de distintas lenguas, incluída la mía.
Viajaba siempre que tenía ocasión (nací y viví toda mi infancia y adolescencia
en Sevilla, pero desde mis 22 años he vivido en distintas partes de Europa, lo
cual ha enriquecido y abierto significativamente mi mente).
Pero ahora soy
madre. Se hace lo que se puede. Que os voy a contar a los que ya habéis probado
la mater/paternidad. No hago nada de todo lo anterior, y si lo hago es en
cantidades mínimas. Y gustos e intereses cambiados.
No soy ni la
sombra de la persona que fui. No sé siquiera si algunas películas que vi en su
día o libros que leí me gustarían o emocionarían como lo hicieron entonces.
Porque ahora parece que he encontrado la fórmula de la felicidad universal.
Antes de ser madre también hice yoga , algo de meditación, me interesó la
cultura árabe y muchas otras cosas más. Pero mi niña me trajo LUZ. Así, en
mayúsculas. Y lo hizo metiéndome en tinieblas. Lanzándome a la oscuridad.
Haciéndome pasar noches en vela, manchadas de lágrima, de leche materna y
sangre de loquia. De ojeras azules, de amor desbordante, de cambios de humor.
Destruyó todo un armazón de creencias. Y lo hizo poco a poco pero abruptamente.
Me obligó, y me obliga, a estar en la tierra, a mirar abajo, donde ella está,
desde su pequeñez física. Y a la vez me eleva el espíritu y lo transporta donde
nunca antes estuvo. Se ha convertido en mi mejor maestra. Me ha obligado a
mirar muy dentro de mí. Muy hondo. A sacar todos los cachibaches del trastero
de mis emociones, a enfrentarme a paradigmas fuertes. A recoger sueños rotos. A
estar en contra del mundo. A pelearme con todos cuando lo que realmente quiero
llevar es un mensaje cargado de amor. Y me ha hecho percatarme de que el mundo
está lleno de miedos y suciedad. Me ha enseñado que lo único que puede
salvarnos es el Amor. Lo único que puede hacernos felices es el Amor. Que sólo
enfrentándonos al miedo podemos vencerlo y que sólo lo enfrentamos por medio del
AMOR.
A diario me
enseña a amarla, a entenderla, a reconciliarme con la niña reprimida y dolida
que hay en mí. Me lleva a los mejores maestros. Me enseña a soñar. Le ha dicho
a mi corazón que la vida no tiene por qué ser tan complicada. Que hay elementos
externos que lo hacen muy difícil todo, a veces, pero me ha enseñado a buscar
una forma de vida mejor. Me ha llevado a mi compañero más compatible, ese que
seguramente yo no habría elegido hace diez años porque aparentemente no
habríamos sido afines del todo. Pero hoy, aún con gustos diversos, con manías y
neuras distintas a las mías, nos fundimos y nos complementamos perfectamente.
Ambos nos hemos embarcado en una historia que parecía difícil al principio. La
hemos hecho posible, gracias a la magia, como dice él. El Universo nos ha ido
guiando. Las piezas han ido encajando. Tenemos mucho que aprender, pero lo
hacemos juntos. Los dos, los tres, los cuatro. Cuando una familia se forma a
través de una pareja que decide tener hijos parece que las cosas pasan por que
sí, que unos están en la vida de los otros porque no podía ser de otra manera,
aunque no es así. La vida me ha enseñado que las cosas no son casuales, más bien
causales. En nuestro caso parece más claro que, si estamos juntos, es porque
tenemos mucho que aprender los unos de los otros. Es duro a veces, bonito y
puro en el fondo, aún en las emociones menos deseables.
Todo esto me hace
sentirme agradecida a la vida, porque aunque en mi pasado haya tenido muchas
trabas, frenos, y momentos realmente difíciles y dolorosos ahora me siento con el poder de mi
porvenir. Enamorada de mi familia y lo suficientemente empoderada para hacer
realidad mis sueños. Mi gran ambición de cambiar el mundo al menos un poquito.
O al menos esta pequeña aportación al Universo. Viva la LUZ! Viva el AMOR!
😙
ResponderEliminar...well, you know it! ;)
EliminarPues sí guapa, al mundo le falta mucha ternura, amor, más empatia... y todo eso hay que sembrarlo desde pequeños, pues estamos inmersos en una espiral nada buena. A ver si poco a poco y entre todos vamos cambiando este mundo y lo vamos haciendo más humano, más tierno, más solidario, más habitable al fin y al cabo...
ResponderEliminarMuy bien expresado y redactado. ¡Ole tú! Me ha encantado.
Mucha suerte en esta andadura. Mía mejores deseos para ti. ¡Un beso enorrrme! Muakkksss.
Muchas gracias, corazón! Estamos juntas en ello, y contenta de que así sea!
EliminarAnda que no, tú que eres capaz de esto y mucho más, por eso eres mi referente en muchas ocasiones, tienes todo mi apoyo. Muchos Besos familia!!!
ResponderEliminarOle ahí mi Tinita! Aprendemos todas de todas, nos inspiramos todas de todas. Las mujeres nos entendemos, somos hermanas!
EliminarEres como aire puro Tocaya!!!.
ResponderEliminarMuy buena reflexión.
Hay en este mundo muchos miedos que si se convirtieran en amor... Puffff.
Cambiar los paradigmas es difícil pero tenemos todas las herramientas y poco a poco vamos impactando en los demás, como tú has hecho en mí. Y con nuestros hijos aun podemos sembrar más semillas para que les guíemos hacia la comprensión, la empatía y el respeto por todo ser vivo.
Mucho AMOR para ti y tu nueva familia desde la distancia.
Aunque te siento muy cerca.
Un abrazo enorme!!!!!.
Muchas gracias, Tocaya! Poco a poco estamos llegando a ese nivel de consciencia necesario. Gracias por tus palabras. Otro abrazo para vosotros. Lejos, cerca, todo relativo ;)
EliminarMe pide una estrella que le corrija la gramática...la gramática del amor es tan pura que no se corrige y tu destello tan grande que me toca bien hondo,ya sabes. Maternidad consciente que mueve lo que antes no se había movido,que guía,empuja para abajo para coger impulso y alienta nuestros días. Gracias por tanto,bella.gracias por esta entrada :) gracias universo por ponerme en su camino para que nos acompañemos. Ella,Julia,...derrocharán aún más ternura y amor, lo sé.
ResponderEliminarIrene, qué bonito! Te digo lo mismo que a las demás: estamos junas en ello. Aprendemos todas juntas y nos tenemos las unas a las otras. Un abrazo a las 2
EliminarDisfruta de este viaje que es la vida,todo es gracias a ti y a tu familia. Te quiero y te admiro. Te estimó y te echo de menos. La vida es bella si sabes cojerle el truco. Nosotros que queremos amor te apoyamos y juntos podemos ofrecer nuestros granitos de arena.
ResponderEliminarGuapa, la estima y la admiración son recíprocas! Creo en ese poder de la unión para el Bien! Un abrazo, hermana nórdica! ;)
EliminarGracias querida!
ResponderEliminarGracias a ti, por tu comentario y por todo lo que haces por el Universo! Un abrazo grande grande
Eliminarel título me encanta, el diseño también y lo que escribes me parece que alguien se esta haciendo maduternura muy potentemente y no gratis ni fácil que me consta, emponderamiento positivo, bravo Muy grande mi Anita. Quedo a la espera del próximo post ñanñan.
ResponderEliminarOhhh! Gracias I met you! Sé quien eres ;) Cuánto te pienso! Cuánto aprendí de ti en los días que pasamos juntas y cuánto sigo haciéndolo, porque hay cosas que se graban en las estrellas para más tarde! ;) Un mega abrazo
Eliminar