17 ago 2016

A veces el tiempo no sólo no lo cura todo sino que te deja peor.

Perdí al padre de mi hija cuando ella tenía 9 meses. Muerte súbita. Fue exactamente tan doloroso e impactante como suenan esas dos palabras juntas: muerte y súbita. Jamás habría pensado que podría hablar del tema con la naturalidad con la que lo he hecho siempre.

Hay personas que me preguntan cómo he podido seguir adelante. A lo que yo respondo que no sé ni como. Supongo que un día seguía a otro y así el tiempo ha ido avanzando hasta pasar 3 años. Supongo que me tenía que levantar cada mañana. También caía algún que otro despertar nocturno de la mano, o mejor dicho de la boca, de mi peque que buscaba la tetita de su mamá para que le diera cobijo en la oscuridad. Evidentemente esta unión con ella ha sido un gran motor, el gran motor. Aunque no el único.

Conocer a mi pareja actual justo al año del fatídico suceso seguramente también me haya sumado bienestar o restado dolor. Yo también habría pensado que un año era demasiado poco tiempo, pero créedme, cuando tu compañero desaparece de un minuto a otro echas de menos el hombro en el que te apoyabas, la persona a la que le contabas todo y cada día va sumando un poco más de melancolía. Luego llega una nueva persona a tu vida, cuando menos te la esperas, trayéndote luz e ilusión y es como si le diera al interruptor de "simplemente sobrevivir" y todo cambia a "volver a vivir". Fue y es muy bonito lo que hemos montado juntos, a pesar de las dificultades a las que nos hemos enfrentado. Él una hija de 8, yo una de casi 2. Los celos que han ido arrastrando ambas, el cambio de país para volver a Italia de donde, al igual que el padre de mi hija, son ellos, (mi compañero y su hija) y tantos otros cambios y momentos difíciles.

He estado entretenida, digamos que no he parado ni un segundo. Al principio hasta me lamentaba de no haber tenido un duelo como es debido. Por la falta de tiempo, o mejor dicho, de momentos de tranquilidad. Ya han pasado tres años. Cada día pienso en lo que él se pierde, en esa hija preciosa que crece y que no puede disfrutar de su padre. Ni él de ella.

Pero sobre todo pienso en su madre, la de él y en su padre, claro, también. Y me doy cuenta de que en esta película me tocó un papel algo más fácil. Porque primero me acostumbré a estar sin un compañero. Pero al poco volví a "ocupar mi corazón" a "recuperar la sonrisa" como escribiría la prensa rosa. Pero esa madre...Esa madre no volverá a tener a su hijo. Un hijo es insustituible. Lo había oído siempre. Pero ahora soy madre. Y como lo entiendo. Lo entiendo hasta el mismísimo tuétano de mis huesos.

Yo sigo adelante, acordándome mucho, resignada y ocupada con la vida pero hay unos días al año en torno a la fecha que siempre estoy mal, me hago una madeja de emociones que no consigo deshacer. A menudo siento como si el cuchillo clavado en el centro de mi pecho se moviera dejando escapar la sangre que sale a borbotones a la par que las lágrimas de mis ojos. Me decía mi compañero el otro día que a mí me ha pasado lo que crees que le pasa a los demás y nunca a ti. Con 34 años y en pleno puerperio. Es muy fácil escribirlo.

Recuerdo sentir vértigo desde un cuerpo cansado y envejecido de repente.

Pero lo puedo contar.

Cuando nos deja una pareja intentamos no pensar en los buenos momentos que vivimos con él/ella, porque nos destruyen. Intentamos pensar sólo en lo malo. Pero, y una madre que pierde a un hijo ¿en qué debe pensar? Buenos y malos momentos, creo que todos llevan un buen ejército de termitas que imagino te van carcomiendo por dentro hasta hacerte añicos.

Sigo en contacto con ella, hablamos casi todos los días y nos vemos a menudo, no vivimos en la misma ciudad. ¿Cómo lo lleva? Digamos que tira "p'alante" lo más dignamente que puede. Es una mujer muy fuerte. Tiene un carácter increíble. Es admirable, aunque a menudo tiene sus días de no salir de la cama. Comprensible. Para ella su nieta es un chaleco salvavidas que la mantiene a flote y en cierta manera yo también lo soy. En mí ella ha encontrado una, se puede decir, creo, especie de hija, pero que, claro, nunca podrá sustituir a su (nuestro) querido Patrizio que se fue demasiado pronto, cuando acababa de ser padre y de cumplir 40 años.

Así que no, definitivamente el tiempo no siempre lo cura todo. Lo que te hace es resignarte y poco más.


6 comentarios:

  1. Te admiro por como llevaste tu duelo. Te admiro por esa entereza y ese buen humor que desprendes. Te admiro por llevarlo como si nada, por hacerlo fácil, seguro que sólo a la vista de los demás.
    Te admiro por seguir palante a pesar de los pesares y vivir la vida.
    Porque la vida está para vivirla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Tocaya! Ya te digo, al final la vida te va llevando...Un abrazo y gracias por el apoyo psicológico en los últimos 3 años <3

      Eliminar
  2. Tita, eres una gran mujer y has demostrado con estas palabras una gran empatia y una gran generosidad, me alegro que formes parte de mi vida. Aunque solo nos hayamos visto una vez físicamente te considero una gran amiga,comadre y hermana virtual.Un beso muy grande desde Granada, ya falta poco para darnos un gran abrazo y tener unos días para reír y llorar juntas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh Qué bonito, Juani! A mí me pasa lo mismo contigo/Vosotras! De hecho vuestro apoyo estos tres años ha sido fundamental para mí. Me hacéis crecer mucho. Me encanta caminar a vuestro lado con todo el cariño tan sincero que nos tenemos...Un abrazo y hasta poquísimo <3

      Eliminar
  3. Ay tita... tiene que ser difícil, muy difícil! No sólo por lo que comentas, si no por todo lo que hay alrededor,país extranjero, abuelos de tu niña en otra ciudad, etc... que se muera de un día para otro el padre de tu hija siendo ésta tan pequeña tiene que ser tremendo... y para esa madre... no me lo quiero ni imaginar. No me extraña que cuando llegue la fecha tengas ese batiburrillo de emociones, tiene que ser además muy difícil vivir con los recuerdos, ver a sus padres tiene que recordarte en cierta manera a él, ir dónde estuvisteis juntos y que te vengan recuerdos tiene que ser difícil, supongo que entre mezcla de felicidad y melancolía. Tener una nueva persona a tu lado con la que eres feliz, también tiene que ser difícil, difícil sobre todo al principio, por ser feliz y no tener que sentirte culpable por si se considera pronto o no. Pero tú eres una gran mujer y una mujer muy fuerte y eres consciente de todo esto,y por eso mismo, tienes que ser feliz y disfrutar,porque la vida sigue para ti y seguro que a Patrizio le gustaría ver a su hija feliz en un hogar como el que tú has creado. Permítete estar triste,es normal, es una fecha muy señalada y es inevitable recordar... pero permítete también ser feliz,aunque yo sé que lo haces :D ¡eres una mujer estupenda! Y desprendes mucha alegría, deseando veros! Un beso muy fuerte!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cariño, muchas gracias! Has puesto en palabras perfectamente todas mis preocupaciones y pensamientos...Gracias por la empatía, un abrazo

      Eliminar

¿Te ha gustado? ¿Quieres dejarme un comentario?