15 abr 2016

Folio en blanco

Tener un hijo después de un primero es como tener un folio en blanco entre las manos. Esa sensación de libertad, de futuro, de paz, de frescor, de no fallar.

Un folio en blanco donde escribir las cosas que ya sabes, las que desaprendiste, las que te enseñó tu primer hijo.

Un folio en blanco como un camino que se empieza a andar.

Un folio en blanco donde no fallar. Esta vez sabes que hacer para que nada vaya mal. Sabes como parirlo. Sabes como agarrarlo. Como alimentarlo. Como acarrearlo. Como dormirlo. Como abrazar juntos sus frustraciones.

Esta vez los comentarios exteriores los conoces todos. No te afectarán porque ya te hicieron fuerte la otra vez.

Esta vez la cartera de madre la sostienes tan fuerte y con tanto garbo que sabes que no se te caerá ni una vez.

Esta vez sabes que tu corazón crecerá para hacer hueco al que llega sin quitarle espacio a los que ya están.

Esta vez sabes lo que es el amor en mayúsculas. A seguir aprendiendo, a seguir compartiendo. A seguir creciendo. En altura, en anchura, en alma y en cuerpo.

Un folio en blanco que quién sabe si volveré a tener en mis manos. Y la incertidumbre ya es un
regalo.


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, con el segundo vas de vuelta de todo.Se aprende mucho del primero pero del segundo tb y es como empezar de cero, y más cuando te sales debla forma de crianza convencional para convertirla en una crianza más consciente , respetuosa ,con apego y con mucha más empatia.

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