¡Re-conecta ahora!


 ¿Desde que eres mamá te persigue la culpa? 
¿Sientes que no consigues llevar las riendas de tus emociones? 
¿Tienes la sensación de que no conectas con tus hijos?
¿Te parece que al conectar con ellos te olvidas de ti misma?
¿Quieres volver a recuperar ese equilibrio en el que todos ganáis?





Entonces estás en el sitio correcto

Soy mamá desde hace cuatro años y medio y como siempre digo:
"Nunca hice un viaje espiritual más intenso que éste".

La maternidad me puso del revés, me hizo tambalear e incluso tumbar muchas de mis creencias. Mis gustos literarios han cambiado totalmente. Donde antes había novelas ahora dan vueltas, por toda la casa, libros de psicología infantil, libros escritos por madres y sus experiencias, libros de ginecólogas, de obstetras, psiquiatras que me han inspirado y guiado desde el principio. Pero también leer y seguir a grandes mujeres en la red o formarme con ellas ha sido fundamental. Un gran número de profesionales que se han valido de sus conocimientos y su propia experiencia como madres para desarrollar una metodología siempre basada en el amor y la escucha activa. Es leyendo de forma ávida, pero sobre todo viviendo mi maternidad en el marco de nuestra propia historia (la de mi hija y la mía) no exenta de cambios muy intensos, que he ido ocupando mi cuerpo. Siempre digo que la maternidad me hizo bajar a él y será por eso que empecé a leer a autoras que hablan sobre cicliciad femenina. Así acabé haciendo cursos y formándome en el funcionamiento del cuerpo femenino antes y después de ser madres. Con todo lo que he leído y aprendido desde fuera y lo que he aprendido dentro de mi cuerpo y de mi propia experiencia como madre he confeccionado este programa:






Reconéctate a tus hij@s


Este curso es para ti si eres mamá o estás embarazada y:
  • Tienes la sensación de estar siempre cansada.
  • Sientes que no consigues llegar a todo.
  • Necesitas más horas en tu día.
  • Te sientes sola en tu maternidad. 
  • Tienes falta de apoyo de tu entorno.
  • Sientes que no sabes gestionar los conflictos con tus hijos.
  • Estás embarazada de tu primer hijo y quieres sentirte preparada para lo que viene.
  • Estás embarazada y ya tienes hijos y quieres aprender a organizarte mejor.
  • Sientes que no llegas a las necesidades de tus hijos al cien por cien.
  • Te sientes culpable porque no consigues darle a tus hijos lo que necesitan.
  • Notas que te estás descuidando, que te olvidas de ti misma.
¿Cuál será el destino al que llegarás?

1) Aprenderás a sacar el mejor partido de cada momento fisiológico en el que te encuentres.
2) Tendrás las herramientas para entender mejor las necesidades de tus hij@s
3) Aprenderás a leerte a ti misma. A conocerte mejor y a aumentar tu autoestima.
4) Te liberarás de la culpa destructiva.
5) Sabrás gestionar mejor los conflictos con los más pequeños
6) Tendrás las herramientas para reducir los conflictos en casa.
7) Crearás un ambiente familiar de Ganar-Ganar, en los que ningún miembro de la familia se sentirá olvidado.
8) Tendrás un rol principal en la crianza y educación de tus hijos.
9) Sentirás equilibrio y abundancia en tu día a día.

  BLOQUES:

1. Las malas madres no existen. En el que hablaremos sobre las expectativas de las madres antes de serlo, la realidad tras convertirnos en ello. Sobre la guerra de las madres y sobre la ciclicidad de mamá.

2. Todos los niños somos buenos. En el que trataremos las necesidades más importantes de los bebés y niños pequeños. Aprenderemos a formular enunciados respetuosos para con nuestros hijos. Y a usar recursos para reducir los conflictos.

3. Lo que los demás piensen de mí o de mi maternidad no es asunto mío. Sabemos que la presión exterior puede llegar a tener bastante peso en nuestras decisiones. Aprenderemos a gestionar nuestra maternidad de forma asertiva y empoderada para que no sintamos que perdemos el control de lo que nos corresponde a nosotras.


DURACIÓN Y FORMATO DEL CURSO:

El curso tiene una duración de dos meses. Desde el 24 de abril hasta el 24 de junio. (Que termine el 24 de junio es simbólico. Tras el solsticio de verano dejaremos nuestro viejo yo y entraremos en la estación del verano, que es la más maternal, como veremos en el curso, recargadas de energía y llenas de empatía).

Una vez cada dos semanas te llegará un PDF a tu e-mail. Tendrás dos semanas para leerlo y trabajarlo. Para reflexionar. 

Cuando pasen las seis primeras semanas entraremos en la parte práctica. Antes haremos también pequeños ejercicios.

Nos encontraremos en un grupo cerrado de Facebook y un grupo en whatsapp abierto las 24 horas durante los dos meses que durará el curso para sentirnos acompañadas en todo momento en este viaje.

Además de esto tendremos tres reuniones en una plataforma on line. 

Testimonios de alumnas en mi curso anterior Reconecta con tu cuerpo. Conecta con el mundo:

"Para mí ha sido un curso lleno de cosas super importantes como es el propio reconocimiento del cuerpo, desde que empecé a hacer el curso algo cambió en mí. Llevo dos meses sin dolor menstrual cuando siempre me había dolido mucho, pero ahora conecto con mi útero, mis ovarios y no los rechazo sino que conecto con ellos. También me he dado cuenta de muchas cosas como mujer que antes no valoraba, me he vuelto feminista cuando antes he sido muy tonta y permitía cosas que son machistas, en definitiva me ha cambiado muchísimo a mucho mejor. Ahora me quiero como soy, quiero mi cuerpo, mi menstruación y toda la feminidad en completo. Gracias Ana, de verdad sabía que iba a ser increíble y lo confirmo." Jenifer


"El curso ha llegado en un momento crucial en mi vida, aprendí a no martirizarme tanto por cosas que no puedo cambiar y a sentirme poderosa a más no poder y a ser capaz de defenderlo ante cualquiera. Enriquecedor, sin duda..." Bella



"Ana transmite una super energía positiva. Sus palabras, en los módulos, te abren a un mundo nuevo. Yo soy más consciente de mi ciclicidad y de mi influencia lunar. Vivo mejor mis 4 fases y me he ¡Descubierto a mí misma! ¡Todo gracias a ella! ¡Un curso que aconsejo a todas! Como dice una de mis frases favoritas del mismo: "Yo, siempre, a salvo" 😉 Federica 



"Este curso no podía tener un nombre más acertado, RECONECTA.
Realizarlo me ha ayudado a parar, ser más consciente y desconectar del piloto automático en el que funcionaba. Reconciliarme con mi menstruación, amarme tal y como soy, empoderándome. 
Ana es un amor, está lejos pero parece que esté aquí cerquita mía, además la conexión que se ha creado en el grupo ha sido especial, mujeres compartiendo dudas, preocupaciones, experiencias, dándonos comprensión y apoyo mutuo.
Estoy muy contenta de haber aprovechado esta oportunidad." Gloria

 "Este curso me ha acompañado en momento de cambio y punto de inflexión en mi vida, mi maternidad y mi feminidad. Además te acerca a mujeres que aún con vidas y situaciones distintas sienten lo mismo que tú. La sensación que me ha dejado es la de pertenencia al grupo pero a través de un trabajo interior. Reconecta y empodera." Victoria

"Sobre Reconecta y haber conocido a la maravillosa mujer Ana Gálvez, puedo contaros que me llevo un grupo de mujeres que aunque no conozco personalmente nos apoyamos y compartimos valiosísima información. Gracias a este grupo me he empoderado y he aprendido a rebelarme contra los ataques que sufrimos como género.
He vislumbrado mi camino y este se andará entre mujeres, he aprendido, o estoy en el camino, a no juzgarnos, y ahora siento que todas las mujeres nos encontramos unidas por hilos invisibles y no dudaré en ofrecer mi apoyo a cualquier mujer que necesite mi ayuda.
Entre todas conseguiremos un mundo mejor. Gracias por todo." Lubna





EMPEZAMOS EL 24 DE ABRIL





INVERSIÓN 150€ 



O 2 CUOTAS DE 79€






PERO LLÉVATELO AHORA POR TAN SÓLO

 90€ (SÓLO HASTA EL 19 DE ABRIL)





PACK RECONECTA CON TU CUERPO. CONECTA CON EL MUNDO + RECONÉCTATE A TUS HIJOS  

AHORA POR TAN SÓLO 165€  (INVERSIÓN NORMAL 265€, AHORRAS 100€, sólo hasta el 19 de abril)





PACK 2X1
 
TRÁETE A UNA AMIGA Y LA INVERSIÓN SERÁ SÓLO DE 150€ 
(OFERTA VÁLIDA PARA CINCO INSCRIPCIONES, ¡DATE PRISA! 😉).



Mostrando entradas con la etiqueta Reconectando. Mostrar todas las entradas
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29 oct 2016

Abrazando nuestra naturaleza cíclica

"Parece que se acaba la vida. Tristeza. Apocalipsis. No obstante al día siguiente empieza una nueva vida y ahora entiendes porque te sentiste así. Contenta de empezar a caminar de nuevo."
-masciclica-

Cuando estamos desconectadas de nuestra ciclicidad así es como podemos llegar a sentirnos al pasar de fase premenstrual a menstrual. El autoconocimiento es fundamental. Saber identificar en que fase del ciclo estamos para saber distinguir sentimientos y qué alimentos son mejores en cada momento ha sido básico para mi felicidad.  Reconecta con tu cuerpo. Conecta con el mundo tiene como cimiento base la ciclicidad femenina.

Nuestro cuerpo cambia a lo largo del mes y por consiguiente también nuestra forma de sentir.

Caminando con prisas. Avanzando en esta forma absurda de vida nos hemos desconectado completamente de nuestra propia sabiduría. De nuestras necesidades primarias. De nuestra creatividad. De nuestra pulsión natural.

El cuerpo quiere su poder y debería tenerlo. Pero lo ignoramos, para hacerle caso a los demás. Nos debemos a las necesidades de otras personas. Al final no conseguimos satisfacerlas a todas y nos estresamos. Las personas de fuera a menudo se sienten decepcionadas porque no estamos a la altura de la expectativas. Y de ahí nace un gran error. Y un gran peso. No deberíamos exigir tanto a los demás. Deberíamos mirar más dentro de nosotros. Porque ahí encontraremos respuestas. A menudo, cuando tengo una necesidad no colmada pretendo hacerla realidad proyectando en otras personas. Lo haces tú, lo hago yo, lo hicieron nuestros antepasados, cabe sólo esperar que no sea así durante muchas más generaciones.

Las mujeres tenemos una guía que son nuestros aproximádamente 28 días de ciclo. No es matemática pura en todas las mujeres pero sí es bastante aproximativo. La autora Miranda Gray experta en el tema habla de cuatro fases: Dinámica, Expresiva, Creativa y Reflexiva. El resultado de sus investigaciones dice que la gran mayoría sigue un patrón mientras que otras mujeres se sienten más expresivas en momentos en los que otras se sienten más reflexivas, más hacia dentro. Podría cambiar también dentro de la misma mujer, con el pasar de los años.

Mirarnos viéndonos, conectando con nuestra naturaleza, los encuentros entre mujeres, da igual la procedencia y la edad, nos regalan poder, luz, fuerza. Tenemos recursos valiosísimos para sentirnos plenas, libres y felices que no sabemos explotar. Es como esos países con suelo rico de alimentos nutritivos y que aún así su gente pasa hambre. Yo he descubierto y elegido mi camino y lo quiero lleno de mujeres, de sororidad y escucha activa y respeto profundo de mi cuerpo.














28 oct 2016

El patriarcado nos quiere pasivas y divididas

El otro día leyendo el artículo ¿Cómo nos quiere el patriarcado? se me revolvió el estómago literalmente. Estamos siendo testigos de historias muy duras que nos duelen a todas las mujeres, porque estamos cada vez más conectadas entre nosotras.

La respuesta a esa pregunta, según el texto, a final de cuentas es: inertes, dormidas. El patriarcado nos quiere dormidas. Pero ayer, reflexionando me daba cuenta de que el patriarcado en realidad nos quiere dormidas y en cualquier caso divididas. Para que no hagamos demasiado ruido, no vaya a ser que unidas acabemos con este sistema tan bien montado.

Habrás oído más de una vez comentarios que nos etiquetan de infinidad de cosas negativas. Habrás oído incluso a mujeres que les hacen el juego sin darse cuenta, al sistema, diciendo que entre nosotras nos llevamos mal. Ahí está mi clarividencia, ahí está la novedad. Yo me doy cuenta de que es más fácil para el sistema seguir diciendo que somos nosotras las pecadoras, las que nos equivocamos. Y lo vemos en todo. O mejor dicho no lo vemos porque estamos bien sumergidos en el puré y se nos escapa, pero está en todas partes. Y está sobre todo en el lenguaje. Que tan importante es para el ser humano. El pensamiento se estructura con la palabra. Y ciertas ideas que tan ancladas tenemos en nuestra mente y sobre todo, y lo que es peor, en nuestro cuerpo, vienen de palabras que hemos oído hasta la saciedad. Y no es que te lo hayas creído o no. Es que así lo asimilaste y así es tu verdad, la mía y la de la vecina del quinto.

Pero si observamos los valores de las sociedades matriarcales nos damos cuenta de que la realidad bien podría ser otra. Tenemos mucho que aprender de esos pueblos pacíficos en los que también existen hombres y no se sienten perdidos.












27 oct 2016

¿Quieres conectar con tu naturaleza de mujer?

¿Conoces tu ciclo? ¿Sabes en qué momento del mismo te encuentras en estos momentos? Si eres mujer esto es básico para estar presente en tu propio cuerpo. Es básico para tu autoconocimiento. Es fundamental para vincularte con la tierra, el lugar donde tienes tus pies y el medio por el que te mueves. Todo esto es fundamental y básico pero por otro lado también es normal que tu ciclo pase por tu cuerpo y ni te enteres y vivir los días de sangre como algo negativo, con rechazo. Sin reconocer el verdadero poder que hay en ella, que hay en tu naturaleza femenina. ¿Sabías que en muchos pueblos las mujeres no utilizan métodos anticonceptivos artificiales? Esas mujeres se lo pueden permitir porque están conectadas con su cuerpo. Y sí, ya sé que la vida de la mujer de occidente es demasiado frenética, pero créeme, dedicándole pocos minutos al día a observarte y escribirte, pronto alcanzarás un buen nivel de conexión con el precioso templo en el que vives. Si quieres te ayudo, este tema me apasiona y considero que es la primera piedra para la propia felicidad, la verdadera. Es la primera piedra para construir encima y de manera sólida todo lo demás.







26 oct 2016

Un programa que te cambiará la perspectiva

¿Alguna vez has sentido que haces cosas que no deseas? ¿Cosas que "tienes que" hacer por los demás aunque no te apetezcan? ¿Sientes que tienes que tragar porque así te lo dicen desde fuera?

No eres la única a la que le pasa. En numerosas ocasiones he huido. Aunque lo haya negado siempre. En vez de pronunciar claro un monosílabo que podría salir con un suspiro "¡NO!"

"Yo no huyo de nada. No huyo de nada."

Hace poco me he dado cuenta de que esto no es del todo verdad. Porque sí que lo hago, huyo de afrontar situaciones con madurez. Con asertividad. Huyo del saber decir NO, del saber decir ¡HASTA AQUÍ! Sin sentirme culpable. Por eso he "tenido que" salir innumerables veces por la puerta de atrás sin despedirme, en lugar de hacerlo de frente, sin agachar la cabeza, con dignidad, los hombros derechos y respirando tranquila.

A veces nos comportamos como delincuentes. Así tal como te lo digo. Con la vergüenza. Como dice mi madre "¡Vergüenza es robar!" Y razón no le falta. Sin embargo no paramos de sentir ese miedo al ridículo que nos paraliza. El miedo a hacer daño a los que más queremos e incluso a los que no queremos tanto, que nos lleva a hacer cosas que en el fondo detestamos.  Para sentirnos en cierta manera "estafados" "robados" y consecuentemente estresados y angustiados.

Si alguna vez te has sentido así, me gustaría mucho ayudarte. A encontrar tu luz, a sentirte bien contigo misma, a librarte de la culpa por permitirte quererte. Porque en el fondo nadie te va a querer como puedes llegar a quererte a ti misma.





Te espero en mi programa Reconecta con tu cuerpo. Conecta con el mundo. Empezamos el 14 de noviembre. Es un proyecto en el que he puesto mucho cariño y te aseguro que te cambiará la perspectiva desde la que ves las cosas.






25 oct 2016

Deja que entre el frío en ti, sólo así podrá volver a salir

Cuando vivía en Copenhague iba siempre en bici a todas partes y una noche mientras volvía de ver un ballet clásico, iba mucho, ¡Qué tiempos aquellos!, se me contracturó el cuello del frío que pasé. Recuerdo una amiga danesa decirme que para evitar que eso pasara tenía que permitir que el frío entrara y saliera de mi cuerpo. Suena más fácil de lo que es. Pero me gustó mucho y me la quedé, la frase. La contractura también se quedó conmigo unos meses. ¡Menuda pesadilla! Así que me fui al fisioterapeuta. Varias sesiones. Me hacía masajes y enseñaba ejercicios hasta que se me fue quitando. De él aprendí otra frase que también me quedé y que hice hábito, a ratos: "Uno no siempre puede estar derecho, pero si te das cuenta de que la postura no es la correcta, ¡corrige!" Es un constante traer la mente al cuerpo. Es un mindfulness. Es un estar dentro de mí. Por eso me gusta tanto. Cuando nos observamos y estamos presentes en el cuerpo nos cuidamos cada vez más. Cuanto menos te cuidas menos te quieres cuidar y al contrario, cuanto más te cuidas más te quieres cuidar. No soy demasiado obsesiva con mi alimentación. Vengo de una buena educación, dentro de lo que cabe, alimenticia, con sus carnes que intento sean muy pocas, sus lácteos, que es un poco más que la carne pero sin abusar y sus harinas refinadas que intento evitar siempre. Fruta y sobre todo mucha verdura. Me educaron muy bien en ese sentido y yo intento llevar esa educación un paso más hacia delante. Pero como digo, sin exagerar, sin obsesionarme.

Lo de cuidarse me recuerda un poco a lo de gastar. ¿Te ha pasado que cuanto menos dinero tenías más "tenías que" gastar? Es como el que casi no tiene para comer pero no le falta nunca tabaco. Esto para mí es tratarse mal. No cuidarse. Y responde a una carencia bien camuflada. Erradicar ciertos hábitos nos puede costar mucha ansiedad, y la tormenta puede llegar a ser tremenda, lo he visto en algunas personas que conozco. Pero también las he visto salir al otro lado. Y volver a sonreír. Y cuidarse como nunca. Y estar cada vez más saludables y más guapos. ¡Cuánto compensa!

Lo ideal sería dejar entrar el verdadero problema como el frío de Copenhague, porque sólo así podrá volver a salir. Sólo así aprenderemos a cuidarnos. A querernos.

De cuidarnos, de querernos, hablaré también en mi programa Reconecta con tu cuerpo. Conecta con el mundo. Estás a tiempo de apuntarte. Desvelaremos patrones de comportamiento y lenguaje que te ayudarán a vivir una vida más satisfactoria.





 

24 oct 2016

Lo que me traen tus bolsillos

En tus bolsillos encuentro piedras pequeñas.

Hojas verdes y trocitos de alguna caduca.

Una castaña y algún trozo de nuez.

Me da melancolía.

De tu niñez.

De la mía.

De no entenderte siempre.

De haberme olvidado de todo lo que importa.

Hay flores silvestres encima de cada mueble.

Ramas pequeñas olvidadas en el sofá.

Y pedacitos de barro con forma de suela en la entrada.

Me traes la naturaleza a casa a diario.

Burlando a la censura.

De soslayo.

Y me gusta aún más cuando me sorprende.

Mientras duermes y recuerdo lo esencial.

Las palabras se me ahogan en las lágrimas.

Es por eso que a veces no puedo ni hablar.

Me limito a abrazarte porque es lo mejor que he hecho nunca.

Porque nunca me dices que no.

Porque me abrazas con la boca abierta sonriendo hasta las orejas con los ojillos cerrados de pestañas soñadoras.

Porque me abrazas tan fuerte que no me puedo escapar.

Ni ganas que tengo.

No hay mejor sitio para estar que respirando tu niñez.







23 oct 2016

La importancia de Re-conectar con nuestra esencia cuando tenemos hijos.


Todos llevamos una mochila de peregrino en este camino que es la vida. Cuando tenemos hijos se pone en evidencia más que nunca lo que llevamos dentro de la mochila. Y a menudo nos encontramos con una realidad que no es la deseada y que no conjuga con el momento de dulzura en el que estamos. Es normal, cuando nacen nuestros hijos sentimos un cansancio increíble, nuestro neócortex se va de vacaciones y a veces se lleva también a nuestro cerebro límbico, el de las emociones y nos quedamos a solas con nuestros hijos y el cerebro reptiliano, el de las necesidades del cuerpo: comer, dormir, beber...Si estas necesidades básicas no están cubiertas difícilmente podremos pasar al escalón siguiente de la pirámide de Maslow.







Por eso yo siempre digo que no hay viaje para mí más espiritual que la maternidad. Nuestros hijos nos conectan a la tierra, al suelo, nos hacen echar raíces en él pero elevándonos a dimensiones que no sabíamos que existían. Ser madre me ha hecho encajar las últimas piezas de mi puzzle. Y es, gracias a ello, que me puedo permitir hablar de conexión con el propio cuerpo. Estar en lo más profundo del valle nos hace disfrutar mejor de la cima de la montaña y además te enseña a ser paciente y a vivir con mayor intensidad los buenos momentos que te da la vida.

De estas cosas y otras más hablaremos en el curso Reconecta con el cuerpo. Conecta con el mundo. Si deseas ser mejor para ti, para tus hijos, para el mundo entero éste es tu curso.





22 oct 2016

Vulnerable y poderosa

Estoy muy contenta porque me estoy dedicando en cuerpo y alma a mi proyecto. A lo que quería.

Escribiendo posts. Haciendo videos relacionados con el tema. Preparando los regalos para las suscriptoras. Y además ayer terminé de escribir el módulo 2. Así que ya me puedo dedicar al 3 y a seguir con los aspectos técnicos. ¡Me encanta hacer esto! ¡Me encanta todo el proceso! Incluso las partes que más trabajo me cuestan, las que no tienen que ver con la parte de comunicación. Me hacen superarme a mí misma, salir de mi zona de confort, de mis miedos, del rectángulo. Y aunque a veces me cueste algún suspiro y alguna que otra cara de pena, lograr pasar al otro lado es toda una satisfacción.

Esta semana no creáis que he estado siempre super conectada conmigo misma. Ya que me ha tocado hacer cosas que nunca antes había hecho, pero ayer viernes al terminar de escribir el segundo módulo sentí un respiro increíble. He estado en contacto con mi vulnerabilidad, que siempre estará conmigo y abrazaré.

Vulnerable y poderosa 

Son dos conceptos que he aprendido en un curso maravilloso que he hecho recientemente  y que parecen opuestos pero nada más lejos de la realidad. De la conexión de ellos hablaremos en el curso. 

Estamos acostumbradas a no sentir orgullo, a no "fardar" de ciertos aspectos de nuestra personalidad o nuestro físico, así que estar en contacto con la vulnerabilidad es lo natural.
Aunque a veces sentimos un falso poder, una fuerza que no va del todo con nuestra forma de ser. ¿Quieres encontrar la fuerza verdadera que hay en ti?
¿Estás preparada para ser vulnerable y poderosa a la vez?  

Te espero en mi programa:


 Aquí tienes el enlace por si quieres saber más:

 https://masternura.blogspot.it/p/curso-re-conecta.html


¡Te espero para darte las herramientas que te harán estar bien contigo misma y con tu entorno!



 
 

21 oct 2016

Caminando mi camino






Ayer colgué un video en mi canal masternura de youtube. El día estaba gris fuera y la luz no era la mejor. Mi herramienta fue el móvil y seguramente los expertos me dirán que las calidades dejan bastante que desear. Pero ¿Sabéis qué? No me preocupa demasiado. Porque lo importante es el mensaje. Lo importante para mí en estos momentos es comunicarme con vosotras con las herramientas que tengo a mi alcance. Aunque no sepa sacar el mayor partido de ellas. El foco lo tengo en el que más que en el como, en el contenido más que en la forma.

Mi prioridad en estos momentos es caminar el camino que me he trazado, el que me voy trazando y sé que mientras que camino iré aprendiendo mucho.

Mi prioridad en estos momentos es también afrontar mis miedos, es superar mi timidez. Uno de los lastres más pesados que tengo y que sé camuflar muy bien. Y hacer audios, videos y escribir, me ayudan a vencerla.

Todo lo demás sé que irá llegando. ¿Tenéis la sensación de estar en el camino correcto?


Aquí os dejo el video.




20 oct 2016

Proveedora de mantas, linternas y mapas

El otro día escribí sobre la escapada a Turín del fin de semana. La conexión con:

  • la historia de la humanidad.
  • la familia
  • claro que sí, conmigo misma
Cuando una está bien consigo misma consigue estar mejor con el resto de las personas que están en su vida. Pero imagino que te ha pasado que has visto en ti reacciones que no sabes de donde vienen y que a ti misma te sorprenden. ¿Sabes qué? Nos ocurre a todos pero darte cuenta de que te sucede ya es un paso. Lo más difícil es saber de donde vienen, a que responden esas reacciones. Y es que vamos por la vida poniendo piedras a nuestros pensamientos, tapando nuestras emociones y ocultando nuestros sentimientos. Llevamos toda la vida haciéndolo, así que ya nos sale tan natural que  ni nos damos cuenta.

Soy una fiel defensora de la resiliencia. De reinventarse a una misma y tirar para adelante. Como escribí hace unos meses en este blog una de mis frases favoritas es "No importa lo que te pase en la vida, tú eliges tu reacción" y nada ha cambiado desde entonces. Pero sí que creo que para llegar allí es necesario vivir los duelos. Un duelo no es sólo que se te muera un ser querido, o que te deje tu pareja con la cual llevabas muchos años o tenías muchos proyectos. Puede ser también que te deje una persona con la que llevabas poco tiempo pero con la que te ilusionaste. E incluso una persona a la que tuviste que dejar tú porque no era como creías. Un trabajo que dejas, o del cual te despiden. Un exámen no aprobado. Un hijo que no llega a nacer, e incluso un hijo que no llega a concebirse. Un proyecto que no sale bien puede ser un duelo. Evidentemente perder a una persona es peor que perder algo material, pero a veces nos obsesionamos con la pérdida como si fuera humana. Es normal teniendo en cuenta el mundo en el que vivimos. Alejado de los valores que realmente cuentan. Lo que pasa es que es más saludable para una misma no sufrir por cierto tipo de cosas y esto consecuentemente te trae beneficios en relación con los demás aspectos de la vida.

Pero no es fácil. Estamos tan alejados de nuestra esencia que nos cuesta una vida volver a ella. Algunos ni siquiera lo consiguen en toda su vida. Y me parece que esto es vivir la vida a la mitad.

De esto va mi proyecto. Mi intención es la de ayudar a las personas a reconectar con la propia esencia.

Cada uno tiene que hacer su camino sólo. Pero yo estaré al inicio de la cueva proporcionando mapas, linternas y mantas para quien desee visitar el lugar. Lo voy conociendo cada vez más y mejor. Tanto es así que casi me recorro la oscuridad con los ojos cerrados.

El secreto: Haberme caído unas mil veces.

 



18 oct 2016

Un fin de semana en familia en otra ciudad

Este fin de semana hemos estado en Turín. Una de las cuatro ciudades más grandes de Italia. Fue durante algunos años capital del país y una ciudad muy importante para su unificación a finales del Siglo XIX. Sin embargo no compite en turismo con Roma, Venecia o la Toscana. Como sabemos Italia es uno de los destinos turísticos favoritos por europeos, asiáticos y americanos y la lista de ciudades a visitar es muy extensa. Pero Turín es de las que pasan desapercibidas. Y de las que cuando llegas te sorprenden. Te conquistan. Una ciudad llena de palacios, museos y pinacotecas, estatuas ecuestres, jardines, edificios de estilo barroco, rococo, neoclásico o Art Nouveau. Es la ciudad natal de Lavazza, Martini, Fiat, Lancia, la Rai y numerosas otras marcas conocidas a nivel nacional.

Italia es como España y muchos otros países que, apenas te mueves cien kilómetros cambia de menú, cambia la lista de sus platos. Y el Piamonte te conquista con su Fassona, una vaca típica de la región y cocinada de distintas formas que hacen difícil para una el proyecto de convertirse en vegetariana. Antipasti deliciosos a base de quesos que se deshacen en la boca y una forma exquisita y finísima de elaborar el chocolate. El famoso Gianduiotto hecho a base de pasta de cacao y avellanas.

A mi compañero le tocaba trabajar unas horas el lunes por la mañana y aprovechamos la ocasión para hacer una escapada familiar. Y de paso visitar una pareja de amigos que viven allí.

Creo que en los dos días transcurridos hemos sabido saborear la ciudad con todos los sentidos.

Ha sido muy placentero porque nos hemos movido con gente que vive allí y conoce la ciudad perfectamente. Lo cual facilita el turismo a una familia que viaja con una niña de casi 4 años que sólo piensa en corretear y jugar y no te permite mirar mucho el mapa ya que tienes que tener la vista siempre puesta en ella. La última mañana fuimos al museo egipcio. Ella y yo, ya que mi compañero trabajaba. Aunque no lo disfruté como habría deseado, por razones obvias y eso que mi hija no rompió ningún sarcófago, ni le quitó una sola venda a ninguna momia, pero pasar una hora allí dentro, fue una maravillosa sensación. Y compartirlo con mi niña algo muy bonito. Era su primera vez en un museo. Estar allí, respirar esa atmósfera, esas piedras que respiraron personas que vivieron hace más de tres milenios. Ver esas esfinges y sentirte pequeña a su lado. Sarcófagos, momias, monumentos a mi adorada Isis...Aunque no pudiera leer ni un cuarto de los carteles que estaban expuestos allí, valió la pena. Creo que es fundamental visitar museos, cuantos más mejor, ya que te ponen en contacto con la historia de la humanidad. Y no sólo con la historia, sino con la humanidad al completo.

Otra de las experiencias que hemos vivido este fin de semana fue la de subir al globo blanco que te enseña la ciudad desde 150 metros de altura. Para mí fue todo un reto de esos que acepto últimamente, ya que tengo bastante vértigo y al principio no podía ni estirar las piernas, como si tener las rodillas plegadas me diera más seguridad. Fue impresionante ver Turín desde las alturas, con los Alpes nevados a su alredor y el inmenso Po que la atraviesa. Una de las razones por las que acepté subirme al globo es porque va con un ejercicio de relajación que hice hace unos meses y del que hablo en el proyecto en el que estoy trabajando y del que os contaré en muy pocos días.

Pero lo mejor de todo fue sin duda pasar unas mini vacaciones en familia. Unos días de convivencia, de conexión. Hay escapadas que parecen que duran más tiempo del que duran en realidad y vienen muy bien para conocernos mejor y querernos más.






17 oct 2016

A veces una reflexión no viene mal

Trabajamos más horas que un reloj a diario para darles a nuestros hijos un presente y un futuro dignos. A menudo pasamos muchas horas lejos de ellos.

Para que cuando sean mayores de edad les podamos pagar una carrera.

Para que tengan un buen porvenir.

Para que se puedan pagar una buena terapia por el tiempo que no pasamos con ellos. O por el tiempo que pasamos con ellos pero sin calidad por todas las preocupaciones que teníamos. Todos los problemas por resolver.

Pero no es culpa de nadie. Es difícil salir del bucle. Sólo eso.

Sin embargo sería estupendo poder ver el problema para dar con la solución, que siempre es....¡La conexión! Con la luz y el amor.


14 oct 2016

Un día como otro cualquiera



Ayer fue un día tranquilo.

Un día tranquilo de trabajo y escritura. Un día de abrigarse, de mirar el cielo gris desde la ventana. De comer tortilla de las sobras del día anterior como almuerzo, y cenar puchero con croquetas. Una cena especial con una amiga especial, de esas que vienen a casa y te hacen sentir como en casa.

Fue un día tranquilo. Bueno. Un día en el que las cosas van rodadas.

Aunque lancé el primer cartel a la red. Un pasito más. Un pasito pequeño lleno de adrenalina y también gran satisfacción.

Y en mi cabeza sonaba Everything is coming our way de Santana.

Y mi hija por primera vez, o más bien, por "primera vez de forma oficial" no durmió siesta.

Y por la noche al acompañarla a la cama no hubo resistencias y todo fue más fácil. Mi niña se hace grande. Pero me encanta dormirla abrazada. Acompañarla al sueño en contacto, como cuando crecía dentro de mí.

Fue un buen día, en el que todo fue muy fácil y el estar abrazadas en su camita me hizo acordarme de cuando nació. Y decidí contárselo.

-A mí me hubiera gustado que el parto hubiera sido respetado, haberte cogido yo o rápidamente haberte tenido sobre mi cuerpo. Tú trepando buscando mi pecho. Sin prisas.
En lugar de ello te sacaron de mi vientre, seguramente cuando menos te lo esperabas, para, ¡rápidamente! llevarte a los controles. No antes, te acercaron a mí. Yo pude sólo tocar con mi nariz la tuya. Mis manos estaban atadas. Imagino que es más fácil atar las manos que el corazón.
Al parecer tenías que pasarte dos horas en la incubadora, porque tenías frío. Y ¿Sabes qué? Yo también tenía mucho frío, aunque creo que nos habríamos calentado la una a la otra. Abrazándonos, como ahora mismo.

Uso palabras que ella aún no conoce. Pero aprovecho para soltarlas, porque está receptiva. Porque todo es más fácil cuando le hablas al amor de tu vida mientras que la abrazas.Y parece que todo es tan simple cuando me pregunta con su cándida voz:

-¿Por qué, mamá? 
Y yo no sé qué contestar. Un poco me avergüenzo, un poco me enfado, conmigo misma, con lo que hay. ¡Nunca más me pasará algo igual! Y contesto:
-Cariño, porque en el hospital que tú naciste era así.
Y callo. Lo pienso dos veces y decido abrir la boca, porque es importante para todos que ciertas cosas se digan:
-Porque mamá estaba desconectada de sí misma. Pero ahora cada vez lo está menos.

Ayer fue un día tranquilo. Un día normal. Un día como otro cualquiera.