¡Re-conecta ahora!


 ¿Desde que eres mamá te persigue la culpa? 
¿Sientes que no consigues llevar las riendas de tus emociones? 
¿Tienes la sensación de que no conectas con tus hijos?
¿Te parece que al conectar con ellos te olvidas de ti misma?
¿Quieres volver a recuperar ese equilibrio en el que todos ganáis?





Entonces estás en el sitio correcto

Soy mamá desde hace cuatro años y medio y como siempre digo:
"Nunca hice un viaje espiritual más intenso que éste".

La maternidad me puso del revés, me hizo tambalear e incluso tumbar muchas de mis creencias. Mis gustos literarios han cambiado totalmente. Donde antes había novelas ahora dan vueltas, por toda la casa, libros de psicología infantil, libros escritos por madres y sus experiencias, libros de ginecólogas, de obstetras, psiquiatras que me han inspirado y guiado desde el principio. Pero también leer y seguir a grandes mujeres en la red o formarme con ellas ha sido fundamental. Un gran número de profesionales que se han valido de sus conocimientos y su propia experiencia como madres para desarrollar una metodología siempre basada en el amor y la escucha activa. Es leyendo de forma ávida, pero sobre todo viviendo mi maternidad en el marco de nuestra propia historia (la de mi hija y la mía) no exenta de cambios muy intensos, que he ido ocupando mi cuerpo. Siempre digo que la maternidad me hizo bajar a él y será por eso que empecé a leer a autoras que hablan sobre cicliciad femenina. Así acabé haciendo cursos y formándome en el funcionamiento del cuerpo femenino antes y después de ser madres. Con todo lo que he leído y aprendido desde fuera y lo que he aprendido dentro de mi cuerpo y de mi propia experiencia como madre he confeccionado este programa:






Reconéctate a tus hij@s


Este curso es para ti si eres mamá o estás embarazada y:
  • Tienes la sensación de estar siempre cansada.
  • Sientes que no consigues llegar a todo.
  • Necesitas más horas en tu día.
  • Te sientes sola en tu maternidad. 
  • Tienes falta de apoyo de tu entorno.
  • Sientes que no sabes gestionar los conflictos con tus hijos.
  • Estás embarazada de tu primer hijo y quieres sentirte preparada para lo que viene.
  • Estás embarazada y ya tienes hijos y quieres aprender a organizarte mejor.
  • Sientes que no llegas a las necesidades de tus hijos al cien por cien.
  • Te sientes culpable porque no consigues darle a tus hijos lo que necesitan.
  • Notas que te estás descuidando, que te olvidas de ti misma.
¿Cuál será el destino al que llegarás?

1) Aprenderás a sacar el mejor partido de cada momento fisiológico en el que te encuentres.
2) Tendrás las herramientas para entender mejor las necesidades de tus hij@s
3) Aprenderás a leerte a ti misma. A conocerte mejor y a aumentar tu autoestima.
4) Te liberarás de la culpa destructiva.
5) Sabrás gestionar mejor los conflictos con los más pequeños
6) Tendrás las herramientas para reducir los conflictos en casa.
7) Crearás un ambiente familiar de Ganar-Ganar, en los que ningún miembro de la familia se sentirá olvidado.
8) Tendrás un rol principal en la crianza y educación de tus hijos.
9) Sentirás equilibrio y abundancia en tu día a día.

  BLOQUES:

1. Las malas madres no existen. En el que hablaremos sobre las expectativas de las madres antes de serlo, la realidad tras convertirnos en ello. Sobre la guerra de las madres y sobre la ciclicidad de mamá.

2. Todos los niños somos buenos. En el que trataremos las necesidades más importantes de los bebés y niños pequeños. Aprenderemos a formular enunciados respetuosos para con nuestros hijos. Y a usar recursos para reducir los conflictos.

3. Lo que los demás piensen de mí o de mi maternidad no es asunto mío. Sabemos que la presión exterior puede llegar a tener bastante peso en nuestras decisiones. Aprenderemos a gestionar nuestra maternidad de forma asertiva y empoderada para que no sintamos que perdemos el control de lo que nos corresponde a nosotras.


DURACIÓN Y FORMATO DEL CURSO:

El curso tiene una duración de dos meses. Desde el 24 de abril hasta el 24 de junio. (Que termine el 24 de junio es simbólico. Tras el solsticio de verano dejaremos nuestro viejo yo y entraremos en la estación del verano, que es la más maternal, como veremos en el curso, recargadas de energía y llenas de empatía).

Una vez cada dos semanas te llegará un PDF a tu e-mail. Tendrás dos semanas para leerlo y trabajarlo. Para reflexionar. 

Cuando pasen las seis primeras semanas entraremos en la parte práctica. Antes haremos también pequeños ejercicios.

Nos encontraremos en un grupo cerrado de Facebook y un grupo en whatsapp abierto las 24 horas durante los dos meses que durará el curso para sentirnos acompañadas en todo momento en este viaje.

Además de esto tendremos tres reuniones en una plataforma on line. 

Testimonios de alumnas en mi curso anterior Reconecta con tu cuerpo. Conecta con el mundo:

"Para mí ha sido un curso lleno de cosas super importantes como es el propio reconocimiento del cuerpo, desde que empecé a hacer el curso algo cambió en mí. Llevo dos meses sin dolor menstrual cuando siempre me había dolido mucho, pero ahora conecto con mi útero, mis ovarios y no los rechazo sino que conecto con ellos. También me he dado cuenta de muchas cosas como mujer que antes no valoraba, me he vuelto feminista cuando antes he sido muy tonta y permitía cosas que son machistas, en definitiva me ha cambiado muchísimo a mucho mejor. Ahora me quiero como soy, quiero mi cuerpo, mi menstruación y toda la feminidad en completo. Gracias Ana, de verdad sabía que iba a ser increíble y lo confirmo." Jenifer


"El curso ha llegado en un momento crucial en mi vida, aprendí a no martirizarme tanto por cosas que no puedo cambiar y a sentirme poderosa a más no poder y a ser capaz de defenderlo ante cualquiera. Enriquecedor, sin duda..." Bella



"Ana transmite una super energía positiva. Sus palabras, en los módulos, te abren a un mundo nuevo. Yo soy más consciente de mi ciclicidad y de mi influencia lunar. Vivo mejor mis 4 fases y me he ¡Descubierto a mí misma! ¡Todo gracias a ella! ¡Un curso que aconsejo a todas! Como dice una de mis frases favoritas del mismo: "Yo, siempre, a salvo" 😉 Federica 



"Este curso no podía tener un nombre más acertado, RECONECTA.
Realizarlo me ha ayudado a parar, ser más consciente y desconectar del piloto automático en el que funcionaba. Reconciliarme con mi menstruación, amarme tal y como soy, empoderándome. 
Ana es un amor, está lejos pero parece que esté aquí cerquita mía, además la conexión que se ha creado en el grupo ha sido especial, mujeres compartiendo dudas, preocupaciones, experiencias, dándonos comprensión y apoyo mutuo.
Estoy muy contenta de haber aprovechado esta oportunidad." Gloria

 "Este curso me ha acompañado en momento de cambio y punto de inflexión en mi vida, mi maternidad y mi feminidad. Además te acerca a mujeres que aún con vidas y situaciones distintas sienten lo mismo que tú. La sensación que me ha dejado es la de pertenencia al grupo pero a través de un trabajo interior. Reconecta y empodera." Victoria

"Sobre Reconecta y haber conocido a la maravillosa mujer Ana Gálvez, puedo contaros que me llevo un grupo de mujeres que aunque no conozco personalmente nos apoyamos y compartimos valiosísima información. Gracias a este grupo me he empoderado y he aprendido a rebelarme contra los ataques que sufrimos como género.
He vislumbrado mi camino y este se andará entre mujeres, he aprendido, o estoy en el camino, a no juzgarnos, y ahora siento que todas las mujeres nos encontramos unidas por hilos invisibles y no dudaré en ofrecer mi apoyo a cualquier mujer que necesite mi ayuda.
Entre todas conseguiremos un mundo mejor. Gracias por todo." Lubna





EMPEZAMOS EL 24 DE ABRIL





INVERSIÓN 150€ 



O 2 CUOTAS DE 79€






PERO LLÉVATELO AHORA POR TAN SÓLO

 90€ (SÓLO HASTA EL 19 DE ABRIL)





PACK RECONECTA CON TU CUERPO. CONECTA CON EL MUNDO + RECONÉCTATE A TUS HIJOS  

AHORA POR TAN SÓLO 165€  (INVERSIÓN NORMAL 265€, AHORRAS 100€, sólo hasta el 19 de abril)





PACK 2X1
 
TRÁETE A UNA AMIGA Y LA INVERSIÓN SERÁ SÓLO DE 150€ 
(OFERTA VÁLIDA PARA CINCO INSCRIPCIONES, ¡DATE PRISA! 😉).



Mostrando entradas con la etiqueta Animal social. Mostrar todas las entradas
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31 jul 2016

Y es que no nos damos cuenta

"Estimado" Arturito:

A ver, te explico, lo de estimado va en entrecomillado porque a un misógino que en nada estima a las mujeres no lo estimo yo tampoco. El diminutivo de tu nombre de pila es porque he decidido hablarle al Pérez Reverte niño, sí, ese que, asustado, imberbe, tiembla en un rincón del mundo. Porque si no es así no me explico ciertas maneras de pensar y de actuar.

Quizás te pasa lo que le pasa a muchos hombres, que no te das cuenta. Venga vale, incluyo el género, o el sexo, como tú prefieras, femenino, no nos damos cuenta. Ni se daban cuenta las señoras de tu familia ni las de la mía, ni Grace Kelly, ni tantas otras mujeres que a pesar de no caminar rectas con tacones de aguja siguen criticando a sus hermanas. Nos venció el sistema, ya ves, ese que usa todos sus trucos para dividirnos, porque sabe que unidas seríamos demasiado potentes.

Mujeres y señoras, ya me queda clara la diferencia, gracias por tanta iluminación. Pero tranquilo que te corroboro que no eres tú sólo, que si la sociedad no se lanza a la toma de la Bastilla después de la publicación de un libro con 75 consejos imbéciles para seguir haciéndole juego al sistema, es que es eso, que no estás, para nada, solo, "querido".

Y es que a lo mejor no te das cuenta, pero eres un antiguo que hace apología de violencia de género.

Porque muchos hombres lo que hacen, sin darse cuenta y desde el cariño, siempre desde ahí, ¿eh?, es quitarnos seguridad para luego salvarnos. Esa parece la actitud de conquista pasada de generación en generación por todos los inseguros y acomplejados que han poblado este planeta. Y hablando de población y de planeta me doy cuenta de que la naturaleza no es tan perfecta, que yo pensaba que los dinosaurios no habían vivido con los hombres (y mujeres, y señoras) y mira tú por donde, me equivocaba.

Y es que no se dan cuenta algunos hombres pero mientras se sigan comportando como lo hacen, las mujeres, aquí no va señora por ningún lado, no podremos ser nosotras mismas, seguiremos sin poder encontrarnos. Seguiremos arriesgando nuestras vidas al salir a la calle porque lo "mínimo" que nos podrá pasar es que los hombres que se cruzan con nosotras por las aceras nos cosifiquen a nivel de lenguaje y de mirada. ¡Toma ya!¡Casi nada!

Felicidades, porque tú si eres un caballero de los de antes por eso buscas a una señora como las de antes. Perdona pero las mujeres estamos luchando mucho para liberarnos de dinosaurios como tú y tu amigo Javi. Que si al menos estuvierais buenos, bip, bip, bip, bip...Pero que va, chicos, nada que rascar...

¡Ah, no verdad! ¡Perdón, perdón! Que se me olvidaba que sois intelectuales, escritores de renombre, no hace falta que estéis buenos (ni que lo seáis) ese es el papel que nos corresponde a nosotras. Ser y estar, me hago cargo.

Te has preguntado alguna vez ¿Por qué le tienes tanto miedo a las mujeres? ¿Se lo has preguntado a tu amigo Javi? ¿O sois demasiado machotes para hablar de temas demasiado profundos y que pueden haceros pupa?

Para finalizar te quería decir que si no existen mujeres como las de antes es porque antes era antes y ahora es ahora, que tú sabes, hasta las modas evolucionan. ¿Ves? En el S. XVIII no había tacones de aguja ¿O será que es que aún no existían las señoras? No es una pregunta retórica. Si puedes, ya sabes, ¡contéstame!

Firma una feminazi a la que le faltan pocos años para cumplir los 40 y por cierto que está deseando que llegue ese momento. Porque cada año que pasa me conquisto más a mí misma y esa es con diferencia la mayor victoria que una mujer puede tener. Por eso para las mujeres, que no señoras, es mejor cumplir años. Porque el tiempo nos va haciendo cada vez más libres (¿salvajes?). Y menos prisoneras de tipos como tú y tu amigote Javi.

Ala, ¡a estar bien!

PD: Ya sé que tu texto es de 2007, pero ha caído en mis manos ahora y las náuseas me las ha provocado ahora.

Foto de aquí


26 jul 2016

La importancia de reconectar

La coach Irene Álvarez es otra apasionada del tema de la ciclicidad de la mujer y hablar con ella me inspira mucho. Veo que ella entiende el vínculo entre el autoconocimiento, la naturaleza cíclica de la mujer y la maternidad como yo. Es un lugar común para ambas.

Hablábamos el otro día del cambio del momento creativo o premenstrual al reflexivo que es cuando normalmente menstruamos. De ese cansancio que nos hace ser menos pacientes con nuestras hijas por las ganas de dormir y descansar que tenemos. Realmente una no es que esté más irascible sino que al no descansar lo que deberíamos siguiendo al cuerpo es más fácil que se creen situaciones de tensión porque tenemos menos paciencia. Menos empatía. Estamos más hacia dentro. Menos sociables. Y eso no es malo.

Y es que se llega a un estado de meditación natural muy sano que, de poderlo llevar a cabo, de poder permitirnos estar tranquilas y reposando todo lo que nuestro cuerpo nos pide, sería ideal. Porque entras en tu ciclo con ánimo y poco a poco vas llegando al vivir hacia afuera, al culmen de la energía. Al momento del mes donde puedes dar más. Donde además se está más empática.

Yo de todas estas cosas no tenía ni idea antes de leer a Miranda Gray o seguir cursos con Sophie Style o Mónica Felipe, si bien ella más que de  ciclicidad se ocupa de hacernos presentes en el propio cuerpo. Sus meditaciones guiadas son una bendición para todas las mujeres, sus cursos un camino hacia el autoconocimiento y la felicidad y satisfacción por encontrar un tesoro que es el de reencuentro con nosotras mismas. Altamente recomendable.

El no poder darle a tu cuerpo lo que te está pidiendo tiene consecuencias, deja huellas. Cansancio, pérdida de concentración, irascibilidad, entre otras emociones. El precio a pagar por la desconexión con nuestra biología parece pequeño, porque vivimos en la sociedad que vivimos. Pero no lo es. A veces no sabemos ni lo que nos pasa a nosotros mismos por lo que entendernos con el mundo exterior es una aventura que a menudo nos cuesta más de un disgusto por discusiones o conflictos familiares.

Lady Lilith-Dante Gabriel Rossetti

Os he hablado en otras ocasiones de mi camino, mi proceso, del viaje espiritual que voy haciendo y al cual me "arrojó" la maternidad. Hecho que le agradezco enormemente a pesar de las espinas que me he ido encontrando por el camino. En estos momentos parece que estoy en un claro, en llanura. Lo cual viene bien para reponer fuerzas. Hace un año quizás leyera libros o artículos que me hicieran llevar las manos a la cabeza, asombrarme, pero que reconozco poco a poco he ido asimilando y hoy son mis nuevas creencias. Es verdad que a veces, como hablo con mis queridas comadres, algo hace "click", es como decir "eso era", maravilloso cuando alguien le pone palabras a lo que tú sientes. Leer ciertas cosas te ilumina, como si te dijeran que no estás sola, que no estás loca.

Un ejemplo de ello es algo que le leí a Miranda Gray cuando decía que sería ideal que todas las mujeres pudiéramos pedirnos en el trabajo unos dos o tres días al mes para descansar durante nuestra fase reflexiva de manera que estuviéramos más enérgicas para cuando llegara la fase ovulatoria o expresiva, como la llama ella. Cuando lo leí en su momento pensé que si ya las mujeres lo teníamos difícil en el mercado laboral, si ya teníamos que demostrar más que los hombres para diariamente ganarnos nuestro puesto de trabajo, esto complicaría aún más todo. Y es que yo aún no había entendido al cien por cien que vivimos en un mundo hecho por y para los hombres. Y al cual nosotras sólo nos podemos adaptar siendo hombres y mujeres a la vez, es decir que cada mujer se tiene que masculinizar una gran parte pero no completamente ya que tiene que demostrar la maestría de no olvidarse de su parte femenina, que esto daría para un par de ensayos, porque entre lo que yo pienso, mi amiga piensa, mi vecina piensa y la sociedad piensa hay para rato. Las mujeres tenemos que ser productivas y reproductivas.

Hoy tengo clarísimo que el mundo se tiene que feminizar para mejorar, pero para que ello ocurra es fundamental que la mujer se encuentre a sí misma, la importancia de reconectar. Por eso yo me trabajo, urgo en mi interior, en mi propia historia para ser y hacer más feliz e intento transmitir este mensaje a todas las mujeres que encuentro en mi camino, además de a los hombres. Pero mi foco principal son ellas. Somos nosotras.

Dicho esto quizás sería significativo afrontar el discurso de tribu, el de como nos enfrentamos tan tristemente a la maternidad en soledad. Puesto que los niños son también una gran parte de nuestra sociedad y sus madres necesitan ni ser excluidas ellas ni que se excluya a sus hijos, naturalmente. El proverbio africano que dice que "para criar un niño se necesita todo un poblado" y al que yo añado "cuando el poblado está de acuerdo y tiene sentido común" algo que por desgracia no se ve muy a menudo. Sin embargo sería ideal poder contar con apoyo, con ayuda para esos días donde nuestra fuerza va redirigida hacia nuestro interior.

Como soy una soñadora empedernida y en el fondo una optimista por naturaleza confío que será un punto al que llegaremos algún día. Si no fuera así no me molestaría en escribir, en querer transmitir.

Pero puedo sentirlo.

Llegamos seguro.

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24 jul 2016

37 veranos

37 veranos.

Y haciendo balance de todo admito que nunca he estado mejor. Porque al fin he aprendido a vivir en el presente y de forma consecuente y constructiva para con el futuro, con las heridas del pasado, algunas absolutamente insuperables pero que son parte ineludible de lo que soy hoy.

Es estupendo poder contar con el valor de las personas que me rodean. De las que me demuestran el cariño porque están cerca y de las que hacen uso de la tecnología. Bendito Internet que trae a mi orilla su cariño. Cada felicitación es una botella que encalla en mi Isla dejando buenas sensaciones, aportándome sonrisas y mucho amor. En mi cuerpo bienestar. El ser humano es un mamífero gregario y por ello sentirse parte del grupo reporta tanto placer. Es una necesidad básica.

Cumplir años es un privilegio y la vida nos enseña y nos regala diariamente experiencias enriquecedoras. Hay días que se ríe, días que se llora, días que se hacen ambas cosas y días que ni fu ni fa. Lo importante es dar las gracias por lo que somos, por lo que hemos conseguido ser. Y por tener el maravilloso don de la vida. Hace tiempo que estoy convencida de que tenemos el deber de ser felices, nos lo debemos a nosotros y a los que fueron importantes en nuestra vida y ya no están...Aunque a veces para poder sonreír tengamos que llorar. Esto también es la vida. Y yo le agradezco que me haya dado y me siga dando tanto.

21 jul 2016

¿Por qué lo llaman buena educación cuando quieren decir sumisión?

La buena educación está sobrevalorada. O por lo menos confundida. Ya sabes. Llevas toda la vida escuchando que hay que ser educado. Que hay que tener modales. Y ahora que por fin eres grande e incluso madre/padre y tienes en tus manos la responsabilidad de criar uno o varios chiquillos te planteas si realmente algunos modales son necesarios e incluso si hacen o no daño físico o mental, que por si no lo sabías es lo mismo.

¿No te has parado nunca a pensar por qué a veces estar bien con los demás pasa por estar mal contigo mismo? 

La eterna culpa. El eterno pensar en complacer hacia afuera. Ya sin entrar en el famoso "que dirán" que tanto mal nos hace y del que cualquier adulto que se precie en algún momento de su vida ha querido librarse, aunque sea en breves momentos de lucidez.

A continuación algunos ejemplos de acciones que hacemos por los demás:

Dar besos a desconocidos.

Dar dos besos a desconocidos que me presentan por la calle y que sé certeramente que no volveré a ver más ha sido siempre una cosa que me ha molestado enormemente. Me invade la burbuja proxémica, es decir, el espacio vital que cada uno de nosotros necesita para sentirse cómodo y eso que soy del sur. No, porque como sabrás, el espacio vital aumenta conforme se va al norte, o eso dicen los expertos. Por eso no obligo nunca a mi hija a dar besos ni a desconocidos ni a conocidos. Por eso y porque quiero que ella tenga el control de su cuerpo.

Porque el control de nuestros propios cuerpos es algo muy importante que nadie más debería de tener aparte de nosotros mismos.

Ir al baño. Comer entre horas.

A veces no vamos al baño inmediatamente y aguantamos un buen rato porque nos han enseñado a pedir permiso para hacerlo y una parte de nosotros se avergüenza de ir al baño sin más, es decir sin pedir permiso, hasta que cae en la cuenta de que es adulto y que puede ir sin necesidad de que alguien de fuera se lo permita, pequeños momentos de empoderamiento que los llamo yo. En el colegio, ¿Te acuerdas? Cuando tenías que levantar la mano y la maestra te decía "¿Otra vez?" Lo mejor era aguantar hasta la hora del recreo, como para beber agua o para picar algo.

Picar algo entre horas, algo que también ha estado siempre muy mal visto, pero no en todas partes. El otro día hablaba con dos amigas de las clases en la Universidad en Alemania, cuando estuve de Erasmus. De como los alumnos al llegar y sentarse sacan sus tentempies y sus botellas de agua de a litros e incluso a menudo con gas y las ponen encima de la mesa sin mayor reparo. Pero ¿Cómo? ¿Estos estudiantes no comen y beben a escondidas como los españoles? Pensaba yo.

Pedir disculpas por todo.

O decir por favor sin parar. O dar las gracias excesivamente. Esa soy yo. Aunque tengo amigas peores. Pero ahora que me analizo me doy cuenta de que digo mucho por favor, gracias, perdón.

Y veo que mi hija las pronuncia también mucho. En este caso compruebo aquella frase que dice que se enseña más con ejemplo que con opiniones. Absolutamente de acuerdo.

Realmente no soy una madre de las que están frecuentemente apuntando para que su retoño diga siempre "por favor, perdón, gracias". Precisamente porque no quiero que se tenga que ganar el espacio vital que ocupa. Porque sí, me parece sumiso pronunciar estas palabras excesivamente.

No te quiero decir que no le enseñes modales a tus hijos, en definitiva a vivir en sociedad pero sí de analizar si realmente vale la pena bombardearlos de reglas y normas. Y tirando del hilo quizás te des cuenta de cuantas cosas hacemos por obligación o por imposición de la sociedad, de las modas o, peor aún, de la publicidad. A fin de cuentas la sociedad está constituida por individuos y la suma de las acciones de estos individuos pueden cambiarla.

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13 jul 2016

Reclutando hombres feministas.

Hay quien soporta más y mejor. Hay quien se revela. Todos tenemos nuestra propia personalidad.
Así, a ti y a mí nos puede ocurrir lo mismo pero nuestra forma de reaccionar puede ser distinta, porque distintos somos. A ti te pueden suceder cosas que no catalogas como negativas, como maltrato (aunque en realidad algo dentro de ti sabe que lo son) y yo sí, o viceversa.

La frase mantra "No importa lo que te pase en la vida, tu eliges la reacción" me lleva acompañando algunos años y reconozco que da luz en momentos de mucha oscuridad.

Pero hay hechos que dejan huella de por vida y hechos que directamente te destrozan la vida, si le pasan a cualquiera. Y seguramente, que te violen cinco hombres pertenece a esta última clase de cosas, las que te destrozan la vida. Las que te transforman para siempre.

San Fermín en los últimos años se ha convertido en la apología de la barbarie.

Soy española pero he vivido casi un tercio de mi vida fuera de las fronteras del país que me vio nacer y crecer. Y he visto a europeos hacer cosas aquí que en sus países no hacen. El balconing por ejemplo.

España para muchos es el país de la tolerancia y el de, sí, porque no, el libertinaje.

Y San Fermín parece haberse convertido en el cheque en blanco para hacer todo lo que uno desea. Las salvajadas mas impensables, a coste 0, con ninguna consecuencia. Incluso para los españoles. De hecho, los cinco violadores de la noche del 7 de julio son, precisamente, españoles.

Alcoholismo extremo. Drogas a destajo y de todos los colores. Maltrato animal y violencia de género a niveles colectivos y atroces.

Leer a Mónica Felipe ayer me dejó hecha polvo pero peor me quedé cuando una amiga me escribió que conocía a dos de los violadores. Y que nunca se habría esperado una cosa así de ellos.

Eso me revolvió aún más, porque entonces la cabeza empieza a pensar. Pero las tripas también: Lo que me dice mi amiga ¿anularía lo que escribe Mónica? ¿Es Mónica demasiado inocente? ¿Lo somos yo y mi amiga también? Mónica escribió: "He salido de juerga en mi juventud, he tenido muchos amigos y pongo la mano en el fuego porque ninguno de ellos podría participar en una violación. Sencillamente no entraba en sus esquemas mentales por muy borrachos que estuvieran. No era posible."

¿Entonces si se trata de cinco chicos normales de familias honradas, quiere decir que cualquiera podría hacerlo? Perdón pero todo esto me provoca asco infinito. Una mezcla de dolor y vacío increíbles. Y miedo. Por mi descendencia, por mí, por mis amigas. Por todas las mujeres que pueblan esta tierra. Por todas las que vendrán. Porque una piensa que puede evitar ciertas situaciones pero parece que para eso lo único válido es vivir a escondidas. Y seguramente ni siquiera así evitemos ciertos sucesos.

Hace más de quinientos años que dejamos la Edad Media y parece que poco se ha cambiado.

Y perdón, pero aquí no hay compasión que valga. Hacia esos "hombres" por llamarlos de alguna manera, parece ser que es más acertado después de todo esa nomenclatura, porque los animales no hacen este tipo de atrocidades.

Y perdón pero por muy zen que se pretenda ser en estos casos una sólo querría transformarse en heroína femenina de película de Tarantino y armarse de una catana para hacer justicia con la ley del Talión como bandera, porque para todo hay un límite pero disculpen las molestias pero nos están matando, y de formas variadas.



Como dice el ex director del Instituto Nacional de la Salud y el Desarrollo Infantiles de Estados Unidos, James Prescott: "El Homo sapiens es el primate más violento del planeta contra la hembra de su misma especie y contra sus propias crías". Para los que aún piensan en las denuncias falsas por violencia de género. Señoras, señores, la violencia de género es más fuerte de lo que nos creíamos y está pasando AHORA.

Por todo esto cada día soy más feminista y cada día soy menos tolerante con situaciones que no se deben de tolerar. Le tengo dicho a mi compañero que los hombres no se pueden permitir ya ni una broma sexista más, ni una. Y diréis que soy una exagerada. Pero es que todo está muy relacionado. Y el surco es profundo, muy profundo y muy sutil pero hay que entrar en él y mirar la realidad a los ojos y afrontarla y quererla cambiar. Para ayer. Que vamos bien tarde.

Y volviendo a la razón, sé que no todos los hombres serían capaces de cometer una atrocidad semejante. Sé que la mayoría de los hombres que conozco y con los que me cruzo a diario jamás serían capaces de hacer algo así. Pero de verdad que da miedo la que está cayendo. Yo me comprometo a ponerme las pilas, como escribe Mónica, es más, las tengo puestas hace mucho y, como ella, te invito a activarte y a unirte a la causa justa. A abrir los ojos y motivarte, a salir de la desidia absoluta. A cambiar el mundo. A hacer historia. A actuar.



8 jul 2016

Algún día (no lejano) seré asesora de porteo y de maternidad.

Hoy revisando mi mail he descubierto este texto corto que escribí hace meses para la formación en porteo que estoy cursando con la mejor maestra, la que más documentada está, en mi opinión, sobre maternidad y porteo, Nohemi Hervada. De ella aprendo tantas cosas, es una guía espiritual para mí y me ha abierto tantas puertas y ventanas y dado tanta visión. Toda la formación que llevo hecha con ella ha sido on line y os puedo asegurar que asistir a una clase en directo mientras se la oye hablar te sube los niveles de oxitocina de forma increíble. Si tenéis duda sobre si formaros con ella yo os la resuelvo: merece cada euro que paguéis, porque siempre da más de lo que os esperabais al principio. Y además es terapéutica. Sus cursos son una inversión de futuro. Nohemi te prepara, te forma, te informa, te empodera y todo de forma lúdica, con sororidad y buenrollismo. Ahí os dejo lo que escribí entonces:

"Antes de ser madre yo no sabía que era el apego. Había oído hablar del apego a las cosas y que eso estaba mal. Pero del de las personas, he aprendido después. Libros de Carlos González, Rosa Jové, Laura Gutman, atículos en Internet de blogs de madres. Y se me abrió un mundo. Sé que dejar llorar a mi hija me hacía daño y me alteraba. Sentía la necesidad de atender ese llanto y calmarla. Poco después, aprendí que los bebés utilizan el llanto como forma de comunicarse. Pero que los que menos lloran son los que más colmadas tienen sus necesidades.

Hoy sé más que ayer y puedo afirmar que cuando un recién nacido viene a este mundo tiene unas expectativas que se ven completadas en el cuerpo de su madre, su hábitat natural. Que cuando no lo tiene aprende a sobrevivir porque le falta lo básico. Mientras que si goza de ello puede crecer. Y lo hace de forma serena y feliz. Más aún. Cuando un recién nacido viene al mundo lo hace sin terminar de gestar, por lo que necesita del cuerpo de su madre para llegar a "término" si no lo tiene se desencadenan mecanismos de estrés y se liberan hormonas negativas como el cortisol y la adrenalina, que a la larga, y como dice Nils Bergman, pueden tener repercusiones negativas en el cerebro del niño. Por tanto el porteo como la lactancia a demanda son  indispensables para la "exterogestación". No es que sea lo mejor para un bebé, es que es lo natural. Lo que él espera. Para lo que él está programado cuando viene a este mundo. Nada más.

Por tanto, un contacto permanente con nuestras crías favorece un apego seguro y eso se revierte positivamente en su personalidad y nuestra tranquilidad. Porque  nada hay mejor para una madre, un padre que ver crecer feliz y seguro a su hijo. Y el porteo es una buena herramienta también para el adulto. Se convierte en un fiel aliado. Si además de portear lo hacemos de forma correcta y ergonómica la cosa se vuelve redonda. Tenemos una gran dosis de oxitocina y ganamos en calidad de vida, nosotros y los que nos rodean."


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4 jul 2016

Normal o natural

Siempre he pensado que lo normal es perder la dignidad al dar a luz en el hospital. Médicos, enfermeras, celadores y personal sanitario en general que te ven medio desnuda, sudando, gritando, viviendo tus contracciones, participando de tus miedos y, lo que es peor, alimentándolos, aumentándolos.

Bueno, normal es, que me he expresado mal. Lo que no es natural. Pero lo parece.
Lo parece porque de toda la vida, al menos la mía, es lo que el cine, sobre todo el americano, nos ha enseñado.

La gente habla mucho de partos, hombres, mujeres, y siempre son las mismas historias. Tristemente.

Aunque a veces hay alumbramientos fabulosos.

Nace la criatura, lo natural es dar el pecho. Y lo normal también suele ser eso.

Crece la criatura.

Que haya estudios antropológicos que demuestren que el destete natural de un cachorro humano se produce en algún momento entre los dos años y medio y los siete no nos basta para ver con ojos extraños a niños que son lactados más allá de los 3 meses. De los 6. Del año. Según el ojo que los vea.

Decimos que no es natural, puede no ser lo normal pero sí es lo natural.

Que nuestro retoño no duerma en su cama los tres primeros años de vida o incluso algunos años después puede no ser normal, tú y yo sabemos que lo es, que es normal y además, y por supuesto, natural. No hay más que ver como duermen los felinos o los primates, amontonados o pegados los unos a los otros, para entender que nuestro hijo llore cuando nos alejamos. Es su instinto. Es natural.

Natural, normal. Normal, natural.

Y así el lenguaje y nuestra forma de elegirlo no nos ayuda a conectar con nuestra naturaleza, con nuestras necesidades básicas de animales mamíferos.

Desde que soy madre cada vez tengo más conciencia de como hablo, pienso cada frase que digo antes de pronunciarla, o al menos lo intento, en general, porque sé el poder que tiene el pensamiento en nuestro cuerpo, la huella que nos deja. El pensamiento se construye con palabras, así que decir las correctas, hablar con propiedad, llamando a las cosas por su nombre es la base para no construir paradigmas falsos, creencias erróneas que a mí me ha costado y me sigue costando derribar.

Soy filóloga. Cada vez más. En el sentido más etimológico y estricto de la palabra. Ósea que un día acabé la universidad y me dieron este título. Pero es ahora, trece años después, que siento que empiezo a hablar correctamente. Que soy cada vez más amiga de la palabra. Y una de las cosas que empiezo a hacer bien es diferenciar normal de natural.

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1 jul 2016

Agradecimiento por la acogida del Blog

Hace unas semanas dije en Facebook que cuando llegara a las 15 mil visitas habría hecho algo para celebrarlo. Pero llegué demasiado rápido y he superado demasiado rápido también no sólo ese número sino 5 mil más. Estoy que no me lo creo. Y quería agradeceros de forma más visual todas las visitas, así que ahí va:


Video agradecimiento por la acogida al Blog

Un abrazo








29 jun 2016

El placer conjunto

Buscamos el placer siempre de forma individual, por miedo a sufrir. Perdiéndonos lo mejor. El placer conjunto entre iguales. Entre humanos. Entre mamíferos. El calor de estar todos unidos.

25 jun 2016

Todo listo. La bolsa preparada para el parto.

Si es que no aprendo.

De nuevo he vuelto a abrir el hola. Esta vez con la esperanza de ver corregida la noticia sobre la estadía de Pilar Rubio en Francia. Deseando encontrarme el error arreglado, algo así no habría estado mal: "Lamentamos el desacierto cuando ayer dijimos que Pilar Rubio se había instalado en Francia con su hijo mayor, en realidad queríamos decir con sus dos hijos. Perdonen las molestias. Ya hemos degradado al becario que escribió la noticia y que, desde esta misma mañana, se ocupa exclusivamente de preparar el café en la redacción." Pero no, no he encontrado nada parecido. Seguía la misma noticia mustia que me provocó la entrada de ayer. Y he pasado de largo, no he querido volver a abrirla.

Sin embargo, y para añadir mayor malestar a lo leído ayer, he visto una noticia nueva. Otra vez la compañera de un futbolista, en este caso Malena Costa, que está embarazada y a punto de parir. De hecho la noticia decía que ya estaba todo listo para el parto. Hablaba de lo que llevaba en la bolsa que había preparado para el hospital y citaba el nombre del médico, no partera, no comadre, médico, que la atendería, al parecer el mismo que atendió a la reina Letizia en sus dos alumbramientos. Y ahí se me ha cogido un pellizco en la boca del estómago y he sentido un poco de compasión por esa mujer que salía monísima en todas las fotos de la revista tocándose la barriga. La que fuera doña Letizia tuvo dos cesáreas en la Clínica Ruber de Madrid, capitana nacional en número de cesáreas.

Quiero compartir este trozo de noticia que he encontrado en la edición de Hola de 2007 tras el nacimiento de la benjamina de los reyes, la infanta Sofía:

"Aunque todo apuntaba a que sería una segunda cesárea, doña Letizia no quiso darse por vencida hasta el último momento para lo que se había vuelto a preparar a fondo: un parto natural. Finalmente no pudo ser y, ahora, lo más importante es que tanto la madre como la hija se encuentran muy bien.
Como en su anterior alumbramiento, la Princesa de Asturias afrontará positivamente la cirugía abdominal sobrellevando como tantas otras mujeres en su lugar las emociones contradictorias que puede dejar tras de sí una cesárea: de la alegría de haber sido madre, a la tristeza de no haber podido dar a luz en el sentido bíblico.
Doña Letizia sabe que la importancia de convertirse en madre no depende del modo en el que un bebé llega al mundo sino del vínculo que se establece desde el mismo momento del nacimiento entre la madre y en este caso, su segunda hija, Sofía. Una nueva Infanta a la que amamantará molestando lo menos posible a las enfermeras quienes respetarán sus deseos de no llevársela al nido para dejarla cerca de ella, en su cuna, como sucedió con Leonor."


Fuente

Podría ponerme muy pesada, como hago siempre, y analizar cada palabra de este texto. Pero diré simplemente que me alegro de que en su día la reina actual haya tenido esperanza en un parto natural. Me alegra sentir que la persona que en su día escribió esta noticia no dude que sea mejor tener un parto natural que una cesárea. Y ya de carrerilla diría que la última frase no me gusta tanto, por lo que refleja sobre nuestra sociedad. ¿Llevársela al nido? ¿Perdón? Menos mal que era la futura (presente) reina de España y al menos podía elegir esto. Pobres de las que no somos tan vip. Me consta que en España los nidos se usan cada vez menos, pero a mí la palabra me desagrada mucho , porque en Italia, donde nació mi hija, está, por desgracia, muy normalizado aún. 


Después de recuperar esta noticia he estado leyendo algunos comentarios de un hilo del foro de "en femenino" de poco después del parto donde una mujer preguntaba por qué doña Letizia había tenido dos partos por cesárea. En las respuestas se lee de todo. Corría el 2007 y parece que hace 9 años este tema levantaba las mismas pasiones que levanta ahora. Hace 9 años yo no tenía ni idea de que iba todo esto y no me planteaba que una cesárea fuera más o menos peligroso que un parto vaginal. Pero con lo que sé hoy, con la experiencia de huella indeleble en mi piel y en mis entrañas no puedo evitar que ciertas opiniones me muevan algo dentro. Las que justifican a los médicos por practicar tantas "innecesáreas" diciendo que es que la reina es excesivamente delgada, de nuevo el físico, y las que no son excesivamente delgadas ¿tienen mas partos vaginales? Tendré que buscar estadísticas. Que no dilataba bien, que era una cesárea programada por ella, etcétera. No debe ser fácil ser un personaje de prensa rosa y encontrarte con todos estos comentarios, por mucho que tengas el enorme privilegio de tener a tu hijo contigo en la habitación después de haberlo parido...

Y a mí se me parte el alma, porque Milena me recuerda tanto a mí, cuando estaba embarazada, me recuerda a mí en lo cándida, en lo organizado de la bolsa, como si lo más importante para un recién nacido tuviera que estar ahí dentro. Me recordaba a mí en la fe que tenía en mi ginecóloga, no partera, no comadre, médico.

Espero y deseo de corazón que Malena Costa tenga el parto que ella sueña, sobre todo, que cuando eche la vista atrás, después de haber leído y conectado con su propia esencia y la de su hija, esté lo más satisfecha posible con sus decisiones y con la actuación del personal sanitario que la atendió.

Fuente



23 jun 2016

Llévatelo. Tú que puedes, abre puertas.

Lo confieso. A veces y para aligerar mi jornada, la carga del peso del mundo sobre mis hombros, busco evasión. Vaciar mi mente. Escape. Y abro el "Hola" desde el móvil. Sí, ésa, la revista del corazón. Y es que no aprendo porque al final siempre acabo más cargada que antes.

La última noticia que he leído y me ha dejado con mal cuerpo ha sido la de que Pilar Rubio se ha instalado en Francia para estar más cerca de su amado, Sergio Ramos, que está jugando la Eurocopa estos días. Y es que están muy enamorados. Hasta ahí bien. Me parece perfecto y muy romántico, pero sigo leyendo. Y leo que se ha instalado en Francia con su hijo mayor. ¡Y qué bonito!¡Qué idílico! De verdad, pero, ¡espera!  que tiene otro. Que tienen otro. Más pequeño. La noticia no especifica donde está el pequeño. Y no me importa. Lo que me alarma es que no está allí con ellos. Con ella. Con su madre. Y entonces es cuando se me parte el alma pensando que esa criatura está lejos del calor de su madre, lejos de sus besos, lejos de su olor. Con la falta que nos hace la mami, sobre todo cuando somos pequeños.

Y entonces me acuerdo del último mundial de fútbol, en el que Sara Carbonero se fue a Brasil a trabajar sin su hijo, porque era demasiado peligroso llevárselo. Era demasiado peligroso llevarse a su hijo de 5 meses al país donde ella estaba. Una pena que el bebé seguramente se habrá sentido en peligro de todos modos por no tener el cuerpo de su madre, que de un momento a otro ya no estaba cerca. ¿Os confieso una cosa? Bueno, mejor dos: Me alegré mucho que elimanaran rapidito a España del mundial. Me alegré por ese niño que estaba lejos de su hábitat natural, es decir, del cuerpo de su madre, como dice Nils Bergman. Pero la segunda cosa que os quiero confesar es que en el fondo siempre creí, o quise creer, que el hijo de Sara e Iker en realidad sí estuvo allí. Que sólo dijeron que no lo llevaban para protegerlo, pero sí estuvo allí, en Brasil, y habría ido al fin del mundo, ese bebé, con tal de estar con su madre. La persona que más necesita en el mundo. La persona que era una con él. Porque todos sabemos, o al menos deberíamos saber, que los primeros meses de vida el niño no se reconoce como individuo, solo, sin su madre. Otra cosa es que se tenga que acostumbrar, por narices, no porque sea bueno, que todos los niños lo son, ¡angelitos!

Se me parte el alma cada vez que leo estas noticias. Me parece estupendo que quieras seguir siendo mujer, de todos modos lo sigues siendo, pero conecta con tu hijo, conecta contigo misma. Descífrate y siente tu instinto y llévate a tu hijo al fin del mundo. Porque un bebé de pocos meses no sabrá manifestar su pena, su desacuerdo cuando su madre se aleja, pero te aseguro que la necesita. Te aseguro que te necesita

Hazme un favor, madre famosa, a mí y a todas las madres del mundo. Llévate a tu bebé a todos los sitios que puedas. Hazte fotos con él aunque luego él salga borroso. Hazle ese favor a tu niño y a todos los niños del mundo. Si puedes y lo crees conveniente, claro está. Que nos parece estupendo que estés tan enamorada de tu pareja, pero te puedo asegurar que esa criatura lo está aún más de ti. Y que ciertos momentos no volverán.




16 jun 2016

De madre feminista a feminista no madre y viceversa

Como sabéis no me puedo callar.

Sigo un blog feminista de una italiana que, la verdad, me gusta mucho pero cuando se trata de abordar la maternidad no me siento para nada identificada con ella. Porque a veces parece que los niños sean el enemigo de la mujer. Un estorbo total. Un impedimento para crecer. Yo no lo veo así, porque a mí lo que más me ha hecho y me hace crecer es precisamente mi hija. Es la maternidad. Lo que me ha convertido en feminista consciente ha sido ser madre en general y de una niña en particular.

El otro día publicó unas fotos acompañadas de unas palabras que me chirriaron bastante y yo respondí. No podía no hacerlo. Mi intención no es la de polemizar, es la de, quizás sembrar una semilla que algún día florezca. Desde luego la llevo clara, porque su publicación tuvo más de 330 "mi piace".
En estas fotos se veía a una madre llevando a un bebé en una mochila no ergonómica y a un padre dándole el biberón a otro bebé. El texto que las acompañaba decía que es interesante ver como en otros países, continentes, se entiende que el género es una construcción cultural y social y que no sólo la mujer debería asumir el papel de cuidadoras. Bien. Sacadas de contexto no están tan mal estas palabras, y dejemos a un lado que la mochila sea ergonómica o no, ahí puedo hacer la vista más gorda. Ya abordaremos estos temas en futuras entradas. Pero que se enseñe a un papá dándole el biberón a un niño no me gusta, sobre todo cuando van acompañadas de ese texto.

Os explico por que:

Cultural y social es no permitir que un niño mame de la teta de su madre. Que ambos sean juzgados (o simplemente opinados) por el acto en sí. Cultural, social y muy moderno, claro. Pero es que un niño, en cualquier parte del mundo, nacido hoy espera lo mismo que un niño nacido hace 2 millones de años. Porque seguramente vivimos en la era del “progreso” (lo siento pero no consigo no poner el entrecomillado cuando escribo “progreso”, como cuando escribo “primer mundo”) pero ese niño ¿qué sabe del progreso?
Hay cosas que no tienen nada que ver con la sociedad, con la cultura. No podemos ignorar nuestra biología, aunque pretendamos dominarla (un ejemplo al azar: la píldora anticonceptiva). Y sí, está claro, las mujeres tendremos que trabajar, entre otras cosas, como venimos haciendo siempre. Tendremos que tener una vida social y mil cosas más.

La naturaleza no es nuestra enemiga. Pero muchas mujeres lo viven así. Menstruar no es una maldición. Tener hijos tampoco lo es. El problema es que todo eso no encaja en el mundo artificial que hemos construido. O lo encajamos con calzador.
Negamos nuestra naturaleza y sobre todo la sufrimos y la maldecimos porque no podemos vivirla intensamente. Y como en realidad nos dicta nuestro (¿desoído? ¿anulado?) cuerpo.

Mi respuesta pasional e impulsiva en el italiano macarrónico que sé escribir fue ésta:

"Pero somos bilógicamente distintos. Somos nosotras, las mujeres, las que tenemos las tetas, y eso es lo que se esperan nuestros hijos al nacer. El contacto con nosotras. El Continuum con el cuerpo que los gestó. Ellos, los padres, pueden hacer otras cosas, pero no se combate el machismo alejando a nuestros hijos de sus necesidades básicas. Ellos, los padres, pueden dedicarse a otras funciones como hacernos masajes, hacer la compra, limpiar, darnos mimitos, etc. Así, quizás, nosotras vivamos esta fase con más serenidad. Dicho esto, hay que tener cuidado con dejarse engañar por la publicidad. Hoy mismo he leído que Nestlé invierte en ella más del presupuesto general de la OMS. "

La respuesta de una lectora a ese comentario: "bi-be-rón! Así que qué pintan las tetas aquí?!

Me lo tomé como una invitación a seguir, y yo disfruté de mi momento:

"Que no es lo que se espera un niño que acaba de nacer. Que quizás la mujer quiera lactar porque está en su fisiología. Y porque le reporta placer hacerlo.

Tiene que ser una cosa placentera, ojo, no digo que haya que vivirlo con agobio, aunque quizás lo hacemos así por la desinformación que hay. Por la desconexión que vivimos con el cuerpo. Porque hay mil exigencias que en realidad pueden esperar, o simplemente ser eliminadas. No necesitamos más publicidad de leche artifical, la tenemos en todas partes. De hecho existe un código internacional que la regula. La lactancia artificial debería ser una opción secundaria, como a quien le falta una pierna y se tiene que poner una ortopédica (este argumento de la pierna ortopédica, tan genial, no es mío, lo leí por la red hace unos meses y me parece muy acertado)"

Respuesta número 2: "El problema a menudo es que muchas mujeres viven muy mal la no posibilidad de dar el pecho o al menos la imposibilidad de hacerlo de forma exclusiva de forma prolongada. O la elección de, simplemente, no hacerlo. ¿La publicidad de la leche artificial es dañina? Claro, por varios motivos. Pero también lo es culpabilizar a las mujeres que deben o quieren hacer uso de ella (La lactancia artificial)."

Yo continué así: "Está claro. Y no seré yo quien juzgue a ninguna. Faltaría más. Yo soy pro - mujer. Pero soy también pro - niño. Y pro - información. Algo que hace mucha falta. Todo deja huella en nuestro cuerpo. No te digo la publicidad. Todos somos víctimas.  Si una mujer bien informada y con conciencia decide no lactar, yo no diré nada. No diré nada tampoco si no está informada y de todos modos no lo hace. No seré yo la que la intente convencer de lo contrario. Yo no juzgo a las mujeres. Juzgo al sistema. Y si una mujer (las cifras oficiales hablan de un 5%, es decir, sólo un 5% de la mujeres de todo el mundo tendrían problemas de producción de leche) no tiene leche encontrará la forma de nutrir a su hijo. Vivimos en la sociedad de la superproducción y la obesidad. No se le va a morir de hambre. Está claro. La pregunta es: ¿Si sólo un 5% de las mujeres del mundo no puede producir leche, como es posible que menos del 40% de media mundial llegue a los seis meses de Lactancia Materna exclusiva?"

La del biberón respondió: "Passo" y yo me callé. Dejé la partida. 

Un rato.

No podía quedarme sin añadir algo más y al menos hacerla(/s) pensar: "Que como yo digo, se acepta que las mujeres tengamos útero, vientre y gestemos niños, demos a luz y esas cosas. ¡Pero las tetas! ¡Las tetas no! Por lo demás me parece que las tetas no fueron creadas para enseñarlas en Tele 5 sino para usarlas con nuestros hijos. Porque somos mamíferos y por eso la hembra del ser humano tiene mamas. Pero vale, vale, ya si eso otro día hablamos de exterogestación".

Tuve sólo 10 "mi piace" y esos son pocos teniendo en cuenta la cantidad de personas que siguen su página. Pero no me importa. No busco la aprobación de los demás. Como he dicho más arriba busco plantar una semillita. Que la gente intente pensar. Dar voz de alguna manera a los adultos del mañana, es decir, los bebés y los niños de hoy. Porque me parece muy triste que estemos tan desconectados de nosotros mismos. Tan robotizados. Por lo demás, es normal en este mundo artificial y de maquinaria. En este mundo de producción, criar, en vez de educar o adoctrinar, está mal visto, no es productivo, pobres mujeres y pobres niños. Pobres familias que quieren hacerlo de forma distinta. De forma respetuosa. Acorde con los biorritmos marcados por la naturaleza, esos que frecuentemente no sabemos leer.
Las guarderías no son la solución. 

Los biberones no son la solución.

La leche de fórmula o que la madre se reincorpore rápido al trabajo no son la solución.

Sobre todo no para madres que desean disfrutar de sus hijos, que desean pasar más tiempo con ellos. Algo totalmente natural.

La solución es tener más ayuda. 

La solución es tener alternativa. Alternativas.

Y comprensión y amor.

Al mundo le falta ternura. Le falta cooperación, le sobra competición. Le falta humanidad e instinto mamífero. El resto son tiritas no resistentes ni al agua ni a nada.

14 jun 2016

La violencia obstétrica es violencia de género

Cada vez que oigo a una mujer contando su parto instrumentalizado siento una punzada en el corazón.

El 90 % de las mujeres del mundo sufrimos violencia obstétrica, sólo que algunas no lo saben. Se enteran después. Nos enteramos después. O quizás ni eso.

Cada vez que escucho que a una mujer le robaron el parto me duele la cicatriz de mi cesárea, de la mía y la de mi hija, porque ella salió de esa raja, de esa herida, que fue en mi piel. En mi útero. En su alma.

Cada vez que escucho a una mujer ya consciente de que no tuvo el parto que ella quería, pero que se conformó, que se convenció, que la convencieron, me salen moratones en los brazos. Ahí donde me apretaban las gasas que me ataban para no interrumpir el acto.  Para no interrumpirles a ellos, los médicos, mientras hacian todo su trabajo. Mientras me robaban mi parto. Mientras nos robaban nuestro parto, a mí y a mi hija.

Cada vez que escucho a una mujer que ha tenido un parto tranquilo, en casa, a su ritmo y al de su cría, sale el sol en mi corazón. Me alberga la esperanza y una lágrima cruza mi mirada, como el hielo al derretirse.




Otras entradas sobre violencia obstétrica:

Brazos en cruz

Antes y después de violencia obstétrica

Il passato sarà il futuro. El pasado sera el futuro


Foto





13 jun 2016

Lunes por la mañana.

A este lunes por la mañana aún le quedan restos del fin de semana.

Restos de tu piel, de tu boca, grabados en mi ADN, del calor de tu abrazo. De tu olor.

Se irán yendo hasta olvidarnos de todo.

Y nos haremos hostiles y beligerantes,

por olvidarnos durante la semana,

de lo que de verdad importa.

Hasta que llegue el sábado temprano (el viernes nunca hay tiempo) y nos hagamos enemigos.

Una palabra más alta que otra y adiós definitivo,

por unas horas.

Para volver tímidamente al abrazo, a la lágrima, al sentimiento profundo, a la raíz.

A soltar toda la negatividad acumulada.

Al "ahora recuerdo porque estoy contigo".

A tu boca, a tu cuerpo, a tu abrazo. A tu olor, a tu sangre. A tu calor.

A ti. A mí. A nosotros.


El beso-Gustav Klimt

8 jun 2016

El padre en la lactancia

La labor del padre en la lactancia materna no es poca. Es muy importante. Pero tampoco considero que sea muy difícil. Basta escuchar el instinto y saber ver bien las necesidades de la díada.

Esta infografía que presento a continuación ha sido una actividad que he realizado para la formación permanente en Lactancia Materna de la Uned que estoy actualmente cursando. Me parece que sintetiza bastante bien como yo veo este tema:


La foto la tome prestada de una campaña a favor de la Lactancia materna en la que se ven distintos hombres con bebés en brazos con el mensaje "If I could, I would. " (Si yo pudiera, lo haría).

Lo que yo añado a la foto es también una respuesta a lo que ésta me provoca. Va directamente a los hombres. A los padres:

  • No necesitas modificarte biológicamente para poder lactar. Propicia que tu mujer lo haga.

  • La lactancia materna es lo natural.

  • La lactancia materna es lo que tu hijo espera al nacer.

  • Infórmate sobre los beneficios de la Lactancia.

  • Ayuda a tu mujer cuando estéis fuera de casa para que ella pueda darle el pecho a vuestro hijo.

  • Sé el mejor guardaespalda de la díada: madre-hijo.

  • Propicia que la madre pase el mayor tiempo posible en contacto con tu hijo.

  • Nunca la critiques en sus decisiones. El diálogo es importante.

  • Tu aportación es decisiva para una lactancia exitosa.

Parece que al profesor (hombre) de este tema (Paternidad en la lactancia) le ha gustado mucho mi trabajo porque me ha dado un 10 de nota.

Está muy bien que un hombre sea profesor de universidad y hable de estos temas. Que le interesen ya es muy positivo. 

Está muy bien que muchos hombres se preocupen de este tema. 

Su apoyo es importante para la sociedad y hace más llevadera la decisión de las madres que deseen lactar, sobre todo cuando se trata de sus mujeres y de sus hijos. 

Pero es importante delimitar una línea invisible que permita a las mujeres decidir sobre sus cuerpos. Como es importante conocer las necesidades de los niños mamíferos, es decir, todos los niños. Y tratar de complacerlas en la medida de lo posible, tratando de respetar sus biorritmos en todo momento. Para ello el apoyo a las madres es fundamental. Pero es fundamental también intentar librarlas de la agenda exigente de querer llevarlo todo para adelante: casa, comidas, vida social. ¡Adiós presiones!

Y adiós sobre todo a los juicios. Porque éstos también son presiones.

Gracias al apoyo de ellos podremos conseguir un mundo más afable, más materno, con ritmos más dilatados y lentos. Más de acuerdo a nuestra biología. Menos hostil. Juntos es posible. Unidos podremos mejorar. Nos conviene a todos.




10 may 2016

9 may 2016

Imagino que entrar en la casa de Dios con los labios rojo pasión...

Bueno, imagino que entrar en la casa de Dios con los labios rojo pasión no fue ideal, pero, después de todo, tampoco desentonaban tanto con el barrigón de buen comer del cura...

Imagen tomada de aquí